¡Que poco
he sufrido!
En estos
quince años que he vivido.
¡Que poco daño me han hecho!
Que llevo
escasas espadas
clavadas en el pecho.
Que escases
tienen mis ojos de homicidios,
que pequeños
han sido los suicidios.
¡Que pocas veces he muerto!
Por falta
de verdad,
por vivir
amores inciertos.
¡Que pocas
veces he sido golpeado!
Son pocas
las personas que han rechazado.
¡Tengo
demasiada conciencia!
Que pequeña
es mi demencia.
Que pocas lágrimas
de dolor han salido puras,
que
diminutas han sido mis amarguras.
Que escasa
es la gente que de mi se ha burlado,
que poco
llevo a las cadenas del miedo amarrado.
Que poco he aprendido a sufrir,
que pequeñas son las marcas de la falta de
vivir.
Que pocas
veces he caído
sin poder
levantarme del piso.
Que escasos
son los golpes
de
sufrimiento macizo.
No importa,
hay esperanza,
todavía más
voy a sufrir,
aun no he
terminado de vivir.
Autor: José Israel Negrón Cruz
Escrito el 23 de abril de 1998
No hay comentarios.:
Publicar un comentario