Puerto Rico es una sociedad que idolatra
el narcotráfico o más bien la figura del narcotraficante. Tienen un
seudo-Gobierno que se caracteriza por la doble moral. Por un lado dicen que las
drogas son malas, retratan a las autoridades policiacas con enormes cargamentos
de drogas en donde hacen promoción de la lucha que supuestamente llevan contra
los narcóticos. Pero la realidad es que las autoridadesas coloniales le hacen
la carrera y la vida fácil a los narcotraficantes: atrapan a los pejes pequeños
para dejarle el mercado abierto a los grandes.
Es común ver políticos en entierros de
bichotes, recibiendo donativos y en mucha ocasiones la droga de su preferencia
por parte de los narcohampones. La historia local y de nuestros colonizadores
lo demuestra. Basta caminar por cualquier campo de Puerto Rico y algunas zonas
urbanas, para percatarse que no faltará el relato del abuelo del abuelo que se
hizo rico con el tráfico del ron caña. No sé con certeza cuando se ilegalizó la
producción del ron caña en Puerto Rico, sólo sé que dejó mucha gente adinerada.
No necesito mucha imaginación para visualizar a los políticos de la época dando
algún discurso en contra del ron caña y de los cuantos alambiques que
capturaron y el bla, bla, bla de las autoridades. En Estados Unidos, con la ley
seca, unos cuantos también hicieron su agosto. Cómo no mencionar a Al Capone y
su riqueza en tiempo récord vendiendo ron y cerveza. Algo que a duras penas logrará
cualquier comerciante honesto local o extranjero. No necesitas más de dos dedos
de frente para entender que cuando algún producto se ilegaliza es porque
alguien se enriquece. Es cómico pensar que dos años después de que el alcohol
(1920) se ilegalizara en Estados Unidos, decidieron ilegalizar la coca. Después
de que Hollywood, la Coca-Cola y otras industrias más se encargarán de darle su
buena promoción y tener algunos viciosos seguros en el nuevo mercado.
No es accidental que Estados Unidos sea el
mayor consumidor de cocaína en el mundo. Es que para los nativos de Bolivia
resulta aburrido endrogarse con una de sus plantas silvestres. Tan aburrido
como fumarse las cascaras de guineos o consumir hongo en Puerto Rico. Pocas
personas fuman cascara de guineo y pocas personas honguean en PR. El negocio de
las cascaras de guineo no es lucrativo, porque es legal. Cada vez que
ilegalizan algún producto tienen el propósito de enriquecer a alguien. Me llega
a la mente las máquinas tragamonedas. Estoy casi seguro que uno de los grande
distribuidores de estas máquinas pidió que el gobierno la ilegalizara para
aumentar la promoción. La realidad es que antes de que ilegalizaran estas
maquinitas, solamente te las encontraba en algún bar de mala muerte. Las
hicieron “ilegal” y vas a la cafetería y tienes veinte maquinitas, en la
gasolinera, en el colmadito de la esquina, en la lechonera, en todo negocio que
no sea de una cadena estadounidense. Es decir, no la verás en Walmart, Mac
Donald, BK o KFC.
Cuál fue el verdadero efecto de la
ilegalidad de estas "maquinitas". Volverlas un negocio más lucrativo
y no hay quien las legalice ahora. Porque antes pagaban $2,500 dólares a
Hacienda por cada máquina al año… sabes cuánto le pagan ahora… nada, carajo,
nada. ¡Nos lo metieron mongo! Y ni hablar de cómo se han reproducido los raspa
y gana y toda cosa que nos mantenga entretenidos y gastando lo poco que tenemos
de forma desmesurada. Pronto despenalizarán la marihuana, sabes por qué, porque
cuánto lambón hay tiene una matita o 150 como Piculín en su casa. No es
negocio, sigue decreciendo su valor. -Pues esa, despenalicemosla. Ya que a los
narcos grandes de la Colonia, no les interesa, vender yerba.
Autor: José Israel Negrón Cruz
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