No sé para que madrugo un domingo, si nunca voy a la Iglesia,
quizás doce años en Colegios católicos me saturaron de misas. Ahora pensándolo
bien, soy el único de mis hermanos que se chupó esa longa (proviene del
latín: longus, largo). Quizás por eso sea el único de los tres que no
va a la Iglesia. Tengo un exceso de días acumulados en el Vaticano y los estoy
agotando. Pero algún día tendré que volver, de cualquier manera los sacerdotes
siempre me han caído bien y Jesús siempre me ha parecido buena gente. Y al
final de cuentas el tiempo agota la rebeldía, la insurgencia y la
insubordinación y nos vuelve dóciles, sarcásticos o indiferentes. Sacando
históricos ejemplos (como a Oscar). Todo el que me conoce sabe que reparto
mucho dinero a los usuarios de drogas, a las organizaciones sociales que
siempre me piden un pesito en Burguer Kin, en La Iglesia del Pollo, en los
Hacedores de Tacos y en el resto de los restaurantes de comida rápida,
foráneos, que se han puertorriqueñizado he introducido en la cultura del
pedigüeño. Después de venderte el combo, te piden un pesito pa’ que
cooperes con esto o aquello. Sería bueno preguntarle a mi familia materna, que
vive en Estados Unidos si allá hacen lo mismo. Porque no recuerdo con claridad
que me pidieran dinero en los “fass fud” de Nueva York o Carolina Norte la vez
que anduve por esos lares, con Julito y su prole.
Volviendo a lo medular, me levanto a las 7:00am para
ensimismarme detrás de la corcha, como leen y esperar que las nenas se levanten
y enciendan algún televisor que dé señales de vida en la casa o empiecen con
sus risas y correteos. Luego aparece Mildred desgreñá (una
composición del prefijo des y del sustantivo greña que forma el significado:
despeinada). ¡Así no me vendieron originalmente el significante! (chiste
interno para maestros de Español, estudiantes de lingüística, literatura y todo
nerd que no tenga nada más importante que hacer con su vida y entienda la
connotación lúdica). Se cepillará y antes de bañarse hará un desglose de los
gastos que competen al día: “hay que comprar los materiales de Sofía para la
escuela y tienes que llevarla mañana” – Lo sé coño. Ve y compra huevos para el
desayuno, pan y jugo”. Échale 40 pesos de gasolina al carro y no te tardes que
todas nos levantamos con hambre. Después pregunta ¿dónde están las pantallas de
Sofía? Tienes que comprárselas porque esas se las mandó la mamá y son de
“esteinles estil” .–Primero me la enviaban con prendas de oro, se le perdían,
luego de plata, se le perdían. Y ahora de “estainles estil”. ¿Qué carajos es el
“estienles estil”? No es con eso que hacen las ollas. La nena de la esquina
vendía cuchillos y eran de ese material. ¿Cuánto valen unas pantallas de
estainles estil? Entonces Mildred vuelve con la “jodeera” (proviene del verbo
joder y me acojo a la segunda definición de la vigésima primera edición de la
RAE: que equivale a molestar.) ¿Y qué pasó? me pregunta. -Bueno, estaba
dando clases en la Unviersidad, ayer y pues se le cayeron, ¡que se yo! Es muy
temprano pa’ estar jodiendo con esa pendejá de pantallas de estainles estil.
Fin del tema.
Bajo las escaleras y miro la grama alta y siempre pienso que
tendré el tiempo para recortarla y así ahorrarme algo de dinero con el
jardinero. Pues mi padre era jardinero, esto presupone que al menos debo saber
manejar un “trimmer”. Aunque en teoría tengo seis días de trabajo fijos a la
semana y el domingo pues… ya ven. Se lo dedico a escribir o sacar el día para
pasear con las nenas. Miro el reguero que me dejaron los perros anoche porque
tienen la costumbre de que aunque uno los “jarte” de comida, Los “hijue tuta”
siempre me rompen la condená bolsa de basura y la riegan por la escalera y la
terraza. Tengo muchos perros y la “chingá” (expresión de Mildred, supongo
que así le dicen a las perras en Cidra) de Pulga-Nieve está preñada por
tercera ocasión en el año, como una fabrica incontenible de perritos. Parece
que las perras oriundas de Cidra son más fértiles que las demás, quizás como
aquello es campo, me imagino que se pueden reproducir a su gusto. Acá en la
ciudad, no. Todo últimamente debe ser civilizado, necesariamente no culto (como
diría Pedreira en Insularismo), pero sí civilizado. Es decir que los perros no
deben ladrar y si lo hacen que sea bajito. Que el pasto en teoría no debe
crecer mucho porque afea. Los carros deben estar siempre limpios y si sacas a
pasear a los caninos y cagan en la tierra, pues debes recogerlo con una bolsita
de “maricona” plástica (bolso de mano para hombres). Porque algún genio de la
capital cambió el sustantivo excremento que en que Corozal mi abuelo le decían
abono y cuando era domingo le llamaba composta, acá es un contaminante o
basura, un estorbo por el cual te pueden multar. ¡Hay que ser bien “mamabicho”
para pasar unas leyes así! Por mi madre que el autor vivía en Condado que es
donde único tiene espacios habilitados para las bolsitas de mierda de perro y
los zafacones públicos compactan la basura con energía solar.
Por algunas de esas vueltas extrañas que da la vida, terminé
viviendo en la misma casa que mi abuelo le compró a mi difunto padre o algo así
me contaron, porque mi familia paterna no es de hablar mucho. Cuando llegamos a
Landrau, la casa de enfrente era un punto de drogas, la del al lado era la titi
Ana, que hoy la recuerdo en sus últimos años y veo a Aya. También tenía como
vecinos al final de la calle a los de Villa Crack: comunidad de usuarios de
drogas en Monancillos que ubicaba al final de la calle Duina después del chutin
de los tecatos. Eso era Landrau, la finca del penúltimo alcalde de Rio Piedras
cuya fortuna se desperdicio después de su muerte y todavía hay una que otra
propiedad perdiéndose en el litigio de los herederos. Recuerdo que podía pasar
horas mirando a mi padre sin que ninguno de los dos nos dijéramos nada importante,
luego empezaría su peleíta cotidiana con mi abuela y así se le fueron los
últimos años: entre el hospital y las peleas con “Aya”. Que después de la
muerte de mi papá fue perdiendo el impulso y se ha venido deteriorando
mentalmente, entre la melancolía que le causa la ausencia de mi papá, la
senilidad y el ocio de no tener ya nada más importante que hacer, que comer,
ver televisión, dar algún paseo rutinario con su hija y mirar a Sofía crecer.
Debes en cuando me manda hacer una que otra tarea y siempre me dice que pensaba
que yo había muerto (no es la única que siempre me está matando, pero pues aquí
sigo). No sé si me lo dice en serio o en broma porque ella también solía tener
un humor pesado, parecido al mío, pero ha llegado a un punto que ya no sé cuando
me habla en serio o en broma como parte de su condición de salud mental. Es
extraño y como me dijo uno de los Landrau (Rafael): “ya no es la misma”.
Siempre que llego de trabajar, me asomo a la ventana a ver si está o ya se la
llevaron al asilo del cual todavía no sé el nombre. Me enteraré por una tercera
o cuarta persona el día que llegue y no la encuentre o tendré que preguntarle a
mami o cualquiera porque todos saben más que yo, acerca de lo que le depara a
la persona que me educó, formó y crió. Quizás porque estoy siempre trabajando y
todo ocurre en la mañana, quizás porque yo no sea lo suficientemente
comunicativo o al final del día no me interesa prácticamente hablar con nadie,
acerca de ningún tema personal y simplemente actúo de forma reaccionaría
después que las cosas pasan. Debe ser porque estudié literatura y no medicina.
Los muchachos de Ciencias Naturales siempre suelen ser calculadores y formulan
hipótesis de manera natural en su vida cotidiana aplican el método científico.
Los de literatura somos reflexivos y solemos actuar después que ocurren los
sucesos, como entes reaccionarios, así es la naturaleza y las fortalezas y
debilidades de cada individuo….
Pero bueno, ya basta de quejas, y de temas que a nadie le
importan mucho, una de las chicas me preguntó quien fue Nelson Mandela, Mildred
me preguntó porque algunos negros querían ser blancos. Cuando fui al caserío a
comprar los huevos me preguntaron si el término “razafobía” estaba correcto. En
fin soy un “todólogo” como diría mi hermano Juan que creo que ya es TS o será
TS (trabajador social). Porque no sé como le fue en la práctica y no ha vuelto
hace algunos meses a realizar tareas en casa de Aya. En fin, creo que es una de
esas pocas personas que puede sostener una conversación conmigo por más de
media hora. Pero al igual que yo, tampoco suele ser comunicativo, bueno es que
los muchachos de CISO (Ciencias Sociales) suelen tener una personalidad
particular la cual no voy a definir por falta de tiempo….
Lo que sí definiré es que primero: Mandela fue… segundo:
algunos negros quieren ser blanco porque según los estudios realizados por el
teórico Fanon… y tercero: “el término convencional es xenofobia, pero al final
importa un carajo, porque los muchachos del caserío entienden más lo de
“razafobía” que la pendejá de xenofobia. Y creo que me haces la pregunta por
joder Cuba (en el Res. Vista Hermosa) porque dada la pertinencia y el contexto
de esta conversación, puedes llamarle como te dé la gana. Porque los
diccionarios se hicieron pa’ joder. Y yo presuponía que usted sabía más que yo,
porque era cubano”…
Me voy a bañar que la doña y la nena quieren ir al
cine.
¡Bonita tarde a todos!
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