COLECCIÓN LITERARIA

¿Qué son los puertorriqueños? Una breve mirada antropológica a esta etnia caribeña. Ensayo / 2015



          Desde la Antropología; que es la ciencia que estudia al ser humano desde múltiples espacios y tiempos. Podemos entender que los puertorriqueños en la actualidad, constituyen un grupo étnico con particulares específicas que nos caracterizan. Este ensayo pretende explorar esas características o particularidades que nos identifican como nación. Para lograr este este ejercicio de manera precisa me remitiré a los UNIVERSALES CULTURALES EN LOS GRUPOS HUMANOS de George Peter Murdock (1945) y lo usaré como guía para explicar nuestros rasgos más notables como etnia.

Los puertorriqueños somos el resultado de la combinación de tres grande grupos; los españoles, los africanos y los taínos, mediante la interacción de ellos se forma el constructo  de lo que denominamos la Cultura Puertorriqueña.

          Debemos considerar que existen cuatro grandes ramas que regulan las sociedades y culturas en general, en primera instancia se encuentra la Religión que en nuestro caso, como puertorriqueños, pertenece a una variante del judaísmo, conocida como el cristianismo, con diferente matices y denominaciones, pero somos un pueblo mayoritariamente cristiano. En segundo lugar encontramos la economía que es una capitalista liberal dentro de una situación colonial que provoca cierta contracción en nuestros procesos internos y nuestras relaciones económicas con los demás países. Tercero; tenemos el aspecto político, Puerto Rico es una propiedad de los Estados Unidos de Norteamérica con una administración local que simula un gobierno republicano. Cuarto lugar;  lo son las relaciones de parentesco, ej: padre, madre, hijo y como nos relacionamos entre nosotros mismo como familia. Estas relaciones son una replica, con escasas variantes,  de las relaciones de parentesco del pueblo español.

Nuestro cristianismo posee distintas modalidades de adivinación, ya sea mediante las profecías de los dirigentes religiosos u otras formas no tradicionales. También se ven representaciones del sincretismo de lo católico español con las deidades africanas, donde surgen otras vertientes en donde se practica la adivinación. Los adornos corporales utilizados por los puertorriqueños son los aretes, que cuelgan tradicionalmente en las orejas, aunque los pueden llevar en otra partes del cuerpo como la nariz y los labios. El uso de diversos collares y el tatuaje corporal, tanto en el género masculino como femenino forman parte de los adornos boricuas. Las mujeres se pintan la cara con colorete y maquillaje.

   El arte decorativo local se caracteriza por la pintura pintura tradicional, es notable la serigrafía, los grabados y el dibujo. Recientemente se ha integrado el graffiti como parte del arte decorativo en cascos urbanos de la zona metropolitana, llenando de inmesos dibujos las zonas de Santurce, Rio Piedras y San Juan.

Nuestros bailes tradicionales lo son, la bomba que es de ascendencia africana, al igual que la plena, la danza que es de origen español aristocrático a esto debemos sumarle los nuevos movimientos como la salsa y el reggaetón que forman parte de ese espectro local de bailes que conforman la cultura puertorriqueña.

Los puertorriqueños utilizan el calendario romano-cristiano, miden el tiempo mediante la llegada de Cristo. Nuestro tiempo es antes de Cristo y   después de Cristo. Esta manera de medir el tiempo, viene como resultado del proceso de colonización española que trajo consigo, esta forma de calendario en nuestra cultura.

Los puertorriqueños controlan el clima de diversas maneras, por medio del diversas indumentarias tropicales, como camisetas y abrigos, el uso paraguas es recurrente para evitar mojarse durante los periodos de lluvia. Realizan modificaciones en los hogares y edificios públicos, donde colocan  acondicionador de aire para tener temperaturas más amenas durante periodos de calor.

Los puertorriqueños un nutrido grupo de deportes entre los que se destacan: el juego de la pelota, el baloncesto y el boxeo, son los más representativos, recientemente ha tomado auge el soccer entre los más jóvenes. 

La diferenciación de estatus se ve marcada mediante el poder adquisitivo económico. Las personas con mayor capacidad adquisitiva suelen ocupar lugares de privilegio en la sociedad. Otra manera en la que los puertorriqueños realizan gradaciones de status es mediante las posiciones que ocupan en las áreas de trabajo. En un supermercado por ejemplo, tienes el dueño, el gerente, el supervisor y el cajero y el empleado de mantenimiento. Por lo regular mientras mas cerca te encuentres de las posiciones de liderazgo mayor es tu status. Esta gradación se repite en el resto de los quehaceres de los puertorriqueños. Otra proceso de jerarquización dentro de la sociedad puertorriqueña lo representan los lideres religiosos y sus grados o niveles que ocupan dentro de la Iglesia. Por ejemplo: el Monseñor, Arzobispo, Sacerdote, Monaguillo, Monja, entre otros.

El incesto forma parte de nuestro tabúes sexuales tradicionales. La sociedad puertorriqueña no tolera el incesto, ni habla de él aunque es sabido que se ha practicado de siempre

. Nuestra percepción de familia es amplia, esta incluye madre, padre, hijos, abuelos, tíos, sobrinos y hasta amigos cercanos en buena cantidad de familias puertorriqueñas. Mezclamos la medicina tradicional que son los mejunjes de nuestros abuelos, aquellas recetas cuasi mágicas con la medicina moderna. L

Las supersticiones forman parte del imaginario puertorriqueño y se entrelazan con las tradiciones religiosas, el día de la noche de San Juan Bautista los puertorriqueños se tiran de espalda al aguas para limpiarse de los malos deseos, si los perros aúllan de noche piensan que alguien morirá pronto, si aparece un grillo verde, es símbolo de que vendrá suerte y esperanza al hogar, no se debe mencionar a Satanás o entes malignos porque esto los atrae y tocamos madera para que las cosas sucedan. Estas son algunas de las supersticiones más representativas que practican y en las que creen los puertorriqueños.    

Nuestras fiestas tradicionales se componen de tradiciones de origen religioso-católicas, como las fiestas patronales y las diversas celebraciones dedicadas a los santos de la Iglesia como fiesta seculares dedicas un sinnúmeros de actividades rurales y urbanas, tales como el festival de las flores, del mango, del guineo, de la leche. Otras festividades recientes apuntan hacia el área de las humanidades como lo son el festival de la palabra y Festivales de cine y teatro, que componen parte de nuestro amplio espectro de celebraciones típicas contemporáneas y tradicionales.

Los puertorriqueños son mayoritariamente monógamos y se casan de manera tradicional por medio de las diversas iglesias cristianas. Los puertorriqueños utilizan el saludos corporal, ya sea estrechando la mano, o por medio de abrazos, besos y otros gestos físicos que constituyen el protocolo formar e informal de nuestros saludos. Nuestro lenguaje corporal es marcado y reforzamos las palabras con gesticulaciones físicas. Nuestra higiene se caracteriza por un baño matutino y otro nocturno por regularidad, a esto le podemos sumar el aseo dental y el lavado de pelo en mas de una ocasión por semana, sobretodo en el sexo masculino. Somos una etnia hospitalaria, sobretodo en las zonas rurales donde con facilidad puede tener una extensa conversación con cualquier desconocido sin miramientos ni sospechas. Los puertorriqueños asocian la felicidad a lo siguiente: relaciones de parejas efectivas, relaciones familiares amenas, riqueza material y aspectos de índole religiosa (agradar a Dios). Los puertorriqueños suelen interpretar los sueños en la mayoría de las ocasiones como premoniciones del futuro ya sea mediante una codificación específica o pura intuición. Nuestro proceso tradicional de luto constituye un rito de paso en el cual se guarda cierta “penosidad”, durante un periodo de tiempo que puede ir entre una semana o años dependiendo de la cercanía con fallecido y la fortaleza espiritual-emocional del que pena. Los lutos de las viudas suelen ser tradicionalmente extensos. Los puertorriqueños son poco modestos, suelen ser alabanciosos y de gran ego personal. Tienen  derecho a la propiedad privada, aunque comparten una gran cantidad de espacios comunes en donde se interactúa de manera amena, ya sean parques, playas y otros espacios recreativos. Dentro de la cultura puertorriqueña el regalo y el acto de regalar es un elemento muy significativo, que parece ser indispensable dentro de las relaciones humanas. Los puertorriqueños regalan de manera irracional en muchas ocasiones, sin sacar cuenta de gastos o la necesidad y pertinencia del regalo que se otorga. Nuestras restricciones sexuales son laxas en comparación con otras culturas conservadoras, tan pronto las féminas entran en edad reproductiva, en muchas ocasiones se activan sexualmente con adolecentes de su misma edad u hombres mayores sin esto ser visto con demasiado asombro. Los jóvenes masculinos son incitados a pasar el proceso de intimación sexual a temprana edad. Y aunque la Iglesia y el Estado imponen claras restricciones en muchos casos estas no mas que meros convencionalismos cosméticos que pierden en nuestro quehacer diario. Ejemplo de esto podría ser los múltiples casos de infidelidad conyugal.  Nuestro rito de pubertad, lo es el quinceañero, ese momento en que las jovencitas pasan a ser señoritas, de manera oficial ante la sociedad. Nuestras sanciones penales pueden rayan en el absurdo en muchos de los casos, condenas de 300 años de cárcel, y penas de hasta seis años por el uso de drogas de manera recreativa, son algunos ejemplos tangibles de lo burdo de estas condenas, que a su vez no representan un disuasivo real para el puertorriqueño. Nuestro ritual de enterramiento esta precedido por un velorio que constituye el proceso tradicional de despedida entre los vivos y los muertos. El entierro se lleva a cabo en cementerios comunes y no en los hogares como ocurre en otros lugares como lo es el estado de Vermont. Tenemos un gran numero de tabúes alimentarios, no comemos, perros, caballos, gatos, hormigas, cucarachas, ratas, serpientes entre otros tantos ejemplos. Nuestra alimentación está basada en el cerdo, el pollo, el arroz, la cabra, verduras y vegetales. Nuestros tiempos esenciales lo son la navidad, la semana santa entre otros.

          Uno de los rasgos representativos más importantes de nuestra cultura lo es el idioma, somos hispanohablantes. Dentro del idioma tenemos una serie de convencionalismo que compartimos con otros países hispanohablantes. Los puertorriqueños poseen una fuerte tradición oral que se transmite de generación en generación, ya sea por medio de familiares, profesores y otros sectores del saber humano que interactúan dentro de este campo. Tenemos una basta tradición literaria que comienza en el siglo XVIII y se preserva mediante el sistema educativo y social. 

Estas son algunas de las características mas significativas de la etnia puertorriqueña, que a su vez puede entenderse dentro del contexto de una cultura caribeña que donde cierto grupos de etnias compartimos muchos rasgos alimenticios y comportamientos sociales y tradiciones en común.

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