Permanencia de maestros en duda por proceso de arbitraje

No podía quedarme callado ante la indignación de lo que sentí ayer, donde se jugaba con los educadores de Puerto Rico a la política populista. Para los que desconocen, el viernes se supone que fuera un día de trabajo y en muchas  instancias, uno importante, porque se celebraban graduaciones, premiaciones a nuestros estudiantes sobresalientes entre otras actividades de relevancia. Ante este panorama,  de la nada, en un burdo acto de improvisación, envían unas cartas "mágicas" con menos de veinticuatro horas de anticipación a maestros de Ponce, Mayaguez, San Juan y otros pueblos del País, en donde no se específica el propósito de las mismas, simplemente se les invita a que comparecieran al Centro de Conveciones a una reunión profesional. Muchos maestros sabían de antemano que se trataba del mismo acto polítiquero de cada cuatrenio con el magisterio; otorgar las mal llamadas permanencias de plazas a docentes.

Después de tres horas de incertidumbre y pérdida de tiempo, entre música y "chachara", cobrando por un asunto oficial (AO) en la D-14, en lo que parecía más un mitín político que una actividad de la Academia, llegó el hombre espectáculo; que sin duda alguna tiene más dotes como payaso de circo que como abogado o gobernador. Se paró frente a los docentes y como si les hablara a un grupo de adolescentes con un total desconocimiento de la ley y sus derechos, se presentó como el salvador de sus vidas y se atribuyó el otorgarle permanencias por "carambola". Dio la impresión de que se levantó el martes medio chueco y una bombilla celestial le dijo que era más barato tener maestros permanentes que transitorios y corrió el miércoles para hablar con el Secretario de Educación y citó a 1519 maestros el jueves para el viernes a primera hora en el Centro de Convenciones. ¡Se notaba la organización del Gobierno! ¡Qué vergueza! ¡Cómo se juega con la educación y la salud mental del magisterio! Nadie ha cuestionado el proceso de arbitraje en esas permanencias y no se sabe si son todas legales o no. Las mismas podrían ser impugnadas o revocadas tan pronto como en agosto.

Los maestros que fueron durante todo el 2016 a su región y de manera enfática a principios de mayo, porque sabía que le correspondía su permanencia por ley, le decían que no tenían información. Los secretarios de las regiones educativas hablaban del tema con nebulosidad que daba sospechas desde entonces que algo poco transparente se estaba cocinando y ayer explotó la "bomba". Nadie sabe cómo fue el  proceso de selección de estos maestros permanentes, lo que levanta serias sospechas acerca de su legalidad. Pero todos sabemos que sí hubo un show mediático fútil que quizás beneficie la imagen del gobernador por unos días, pero ante la historia, quedará siempre como un inepto. 

Criticar la alegría de los colegas que obtuvieron su permanencia sería mezquino de mi parte. Yo sé que cualquier pan duro, por más duro que esté, es bueno para el que lo han obligado a pasar hambre. Pero sí, no puedo obviar en mi intervención de hoy, mi experiencia como docente gubernamental. En la cual he visto como maestros que no tienen bachillerato ni la preparación académica adecuada, entran en "paracaídas" a plazas educativas con sus permanencias. Quienes se perjudican son los educandos. Así mismo he conocido otros, con más de una década de experiencia, que han brindado un servicio de excelencia a la población y no obtienen sus permanencias. Esta doble vara es parte del día a día que vemos en nuestras escuelas públicas del País, por causa de la intervención política en la asignación de puestos docentes.

La educación del País y sus maestros con una pizca de dignidad no deben prestarse para vitorear la chabacanería y el robo. Porque mientras los usan como balón de ping pong que va de un lado al otro según el color de la cancha, nos roban el retiro y la dignidad. Hoy celebramos las permanencias de algunos compañeros, mañana lloraremos los 2 mil millones que nos han robado al Sistema de Retiro, de lo cual no se habla y nos llevará a la hambruna en nuestra vejez.

¡Qué pena! ¡Que pena! ¿Cuándo despertarán los maestros?     

José Israel Negrón Cruz

28 de mayo del 2016