El acoso de maestro a maestro en las redes sociales en Puerto Rico ha ido en incremento. De manera orquestada grupos de maestros se unen para afectar a un compañero en particular. Otros, son agresores casuales que apoyan el atropello con sus likes en las publicaciones para poder ver y leer el morbo de la burla y la humillación que sufre el afectado. Esta conducta se conoce como "cyber-mobbing" y ha alcanzado niveles vergonzosos para nuestra profesión. Por eso denuncio y reprocho abiertamente este comportamiento en donde se humilla a un maestro o maestra por medio de las redes sociales. Me indigna leer comentarios soeces de mis propios colegas, memes que tienen el único fin de atropellar, devaluar y acosar a esa compañer@. He visto como el maestro o la maestra victima retira su publicación del foro cibernético y los acosadores persiguen a la victima, la etiquetan en publicaciones peyorativos y continúan con el patrón de abuso y violencia hacia la persona, de manera indeterminada.
Esta conducta tuvo origen en países europeos y se tipificó como el delito del cyber-mobbing en los Estados Unidos; donde grupos de colegas y compañeros de trabajo de una misma profesión se unen para hostigar, intimidar o humillar a uno o varios individuos que no piensan igual que ellos; utilizando como herramienta de tortura: las redes sociales. Lo que representa un acto cobarde y bajuno que se está imitando en Puerto Rico. El patrón de hostigamiento en los diferentes foros magisteriales ha ido en incremento y por Puerto Rico carecer de instrumentos legales adecuados, los agresores parecen tener licencia para abusar a sus anchas. Estos atropellos me parece que han llegado a unos niveles intolerables. Donde la burla es abierta, insensibilizada y destructiva, sin ningún fin que edifique, instruya o aporte más allá del atropello que realiza el victimario y su grupo de apoyo a la victima.
Por tal razón hago un llamado de conciencia a la mayoría de los maestros decentes, educados y con un alto sentido de civismo a que no apoyen esta conducta. Una cosa es diferir, debatir con respeto y otra es burlarse, atropellar y mancillar la reputación del otro maestro de manera viciosa y descarada. La dignidad y el respeto por cada ser humano es un valor indelegable en cada individuo. Si ellos no lo tienen, habemos muchos a los nuestros padres nos lo inculcaron desde pequeños. Por eso muestro mi indignación y: ¡YO NO APOYO EL ACOSO DE MAESTRO A MAESTRO EN LAS REDES SOCIALES!
Bandera Negra
27 de julio del 2016
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