Si para muchos padres, lidiar con uno, dos o tres niños y adolescentes en la casa es dificultoso. ¿Imaginas lidiar con más de cien diariamente? ¿Imaginas no tener las herramientas necesarias para ejercer tu trabajo? ¿Imaginas un supervisor y un área de trabajo inhóspita? ¿Imaginas que por enfrentar todo esto, te paguen un salario de hambre? Si no puedes imaginarlo, te invito a que visites una de las escuelas de alta tensión y vivas bajo las condiciones que tienen que afrontar los maestros.
De seguro te habrás preguntado por qué son tan frecuentes las ausencias de los maestros en el Sistema Educativo. Muchos dicen que les falta compromiso, vocación y dedicación, pero pocos analizan la médula del problema. Existe una respuesta científica que explica el por qué tantos profesores se ausentan masivamente y es que, aunque muchos no lo sepan, padecen el Síndrome de la Quemazón Docente.
La Quemazón Docente es un trastorno emocional que implica un agotamiento que se desarrolla como como resultado de grandes frustraciones por las relaciones interpersonales con los alumnos, compañeros docentes, supervisores y el Sistema Educativo en general. La falta de instrumentos en el área laboral, la pérdida de autoridad y moral social, alumnos conflictivos entre otros tantos factores que encuentran es sus espacios laborales, abonan al desarrollo del padecimiento.
Los estudios realizados en España y Estados Unidos, demuestran que la mayoría de los profesores que padecen el síndrome, lo desconocen. Lo principal es un fuerte sentimiento de impotencia, ya que desde el momento de levantarse ya se está cansado. El trabajo no tiene fin y, a pesar de que se hace todo para cumplir con los compromisos, nunca se terminan. A los propios síntomas del estrés a nivel corporal se suman múltiples molestias: insomnio, dolor de cabeza, mareos, dolores musculares, trastornos digestivos, infecciones, manchas o afecciones en la piel, trastornos respiratorios y problemas circulatorios.
Se debe atender los síntomas de la quemazón a tiempo para evitar desarrollar problemas de salud irreversibles que pueden provocar la muerte o una intensa fatiga a temprana edad. Los maestros de salones de clase que se encuentren espacios de alta tensión y presenten algunos de los síntomas anteriormente descritos, deben visitar a su médico de cabecera. ¡Tu salud es primero!
José Israel Negrón Cruz
De seguro te habrás preguntado por qué son tan frecuentes las ausencias de los maestros en el Sistema Educativo. Muchos dicen que les falta compromiso, vocación y dedicación, pero pocos analizan la médula del problema. Existe una respuesta científica que explica el por qué tantos profesores se ausentan masivamente y es que, aunque muchos no lo sepan, padecen el Síndrome de la Quemazón Docente.
La Quemazón Docente es un trastorno emocional que implica un agotamiento que se desarrolla como como resultado de grandes frustraciones por las relaciones interpersonales con los alumnos, compañeros docentes, supervisores y el Sistema Educativo en general. La falta de instrumentos en el área laboral, la pérdida de autoridad y moral social, alumnos conflictivos entre otros tantos factores que encuentran es sus espacios laborales, abonan al desarrollo del padecimiento.
Los estudios realizados en España y Estados Unidos, demuestran que la mayoría de los profesores que padecen el síndrome, lo desconocen. Lo principal es un fuerte sentimiento de impotencia, ya que desde el momento de levantarse ya se está cansado. El trabajo no tiene fin y, a pesar de que se hace todo para cumplir con los compromisos, nunca se terminan. A los propios síntomas del estrés a nivel corporal se suman múltiples molestias: insomnio, dolor de cabeza, mareos, dolores musculares, trastornos digestivos, infecciones, manchas o afecciones en la piel, trastornos respiratorios y problemas circulatorios.
Se debe atender los síntomas de la quemazón a tiempo para evitar desarrollar problemas de salud irreversibles que pueden provocar la muerte o una intensa fatiga a temprana edad. Los maestros de salones de clase que se encuentren espacios de alta tensión y presenten algunos de los síntomas anteriormente descritos, deben visitar a su médico de cabecera. ¡Tu salud es primero!
José Israel Negrón Cruz
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