vi a un
ciego impresionado
al ver a un
avión estrellarse con una nube,
mientras un
sordo se tapaba los oídos,
al escuchar
las palabras incantes de un mudo.
Un tipo
andaba solo,
pero sin
dejar de estar acompañado;
llorando
sin una lágrima.
Al mismo tiempo
vi a un pájaro volando
cien pies
bajo el agua y un pez nadando
en el
espacio.
Cuando mi
voz retumba ndo
en el
silencio de tu mente
se dejaba
escuchar en el eco del tiempo.
Un gusano
lloraba cloros,
por sus
manos en la caricia
de un
eterno que le quemaba
sus
sentidos de humano.
Y un muerto
lloraba la muerte
de una
hormiga aplastada
por la uña
de su pie.
Mientras en
un ring de pelea
un león se
enfrentaba a un oso de peluche
que fue
asesinado por el botón de su pantalón.
Una rosa
verde crecía en la capa de ozono
de la
Tierra Violeta
que lloraba
dentro de un muerto con vida,
que le
gritaba a un sordo
que un mudo
le había dicho
que un
ciego vio a un pendejo,
anormal, ridículo
leyendo un poema sin sentido.
Autor: José Israel Negrón Cruz
Escrito el 5 de mayo de 1998
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