FOTO TOMADA EN EL CONDOMINIO PARQUE DE LOS MONACILLOS
La barriada Monacillo ubicada en San Juan Bautista de Puerto
Rico, en el extinto municipio de Rio Piedras, en las colindancias con Guaynabo
(nueva zona aristocrática de la Colonia) y cuyo en torno ha visto nacer a
grandes figuras como Rafael Ithier, creador de la agrupación salsera El Gran
Combo, el Sr. Carlos Irrizari, conocido en la comunidad carcelaria y en el bajo
mundo como “Carlos la Sombra”, en estos predios se ubicaba la mansión del
penúltimo alcalde de la ya extinta ciudad de Rio Piedras; Paquin Landrau, entre
otros atractivos y históricos culturales que han sido condenados al olvido.
Hacen de este pequeño territorio, un mar de historias y leyendas.
Esta población de apenas 12,000 habitantes reconocidos por el censo del 2010,
hoy creo que son menos, con las bajas de la ultima micro guerra civil entre el
bando de Monacillo-San Fernando y el Res. Vista Hermosa con decenas de muertos,
desaparecidos y encarcelados. Es sin duda, unas de las comunidades más
relevantes de Río Piedras. Monacillo es para Rio Piedras, lo que La Perla es
para el viejo San Juan. Sin tapujos la aportación músical, con su cultura de la
salsa, las artes con sus poetas y pintores, la economía industrial con enormes
fábricas y medianos talleres que ha dado trabajo durante décadas a la población
circundante. De aquí nacen leyendas como la de Myckey Castro, Juan Viz y otros
personajes que serán plasmados para posteridad.
Monacillo es el vivo ejemplo de la diferencia de clases sociales rampante que
existe y se ha ido incrementando en este territorio subordinado de los Estados
Unidos de Norteamérica: donde en una misma calle puedes encontrar una casa de
cinc y madera prácticamente al lado de una mansión: Coexistiendo sin mucho
miramiento, aunque siempre existirá el recelo de los más pobres de la clase
marginada. La expectativa de vida de los jóvenes de la barriada cada vez es
menor, convirtiendo esta en un sector mayormente ocupado por adultos y
ancianos. No es raro que en la última década se erigiera un edificio que
alberga miles de personas de edad avanzada.
Aproximadamente el 80% de los muchachos que conocí, de aquí, del barrio, han
muerto, y otro poco, no tan pocos tampoco, han emigrado. Monacillo es la
historia de unas pocas familias centenarias, que se han ido reproduciendo y
eliminando entre ellas mismas. Curiosamente, muchas de las de las calles y
sectores, llevan el nombre de estas familia: Almestica, Landrau, Castro entre
otros. Sus callejones, rústicamente construidos, delatan la pobreza y la
antigüedad de los mismos. La drogadicción y prostitución son parte del día a
día y forman parte de esa economía subterránea que para bien o para mal,
mantiene la rueda en movimiento. Un movimiento que no lleva a ninguna lado y
que nos mantiene atrapados hace décadas, entre el chillido que deja la bala del
Ak-47 cuando te rosa la oreja y la alabanza de la Iglesia Pentecostal, al lado
del negocio de la difunta Neida…
Autor: José Israel Negrón Cruz
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