eres tú
quien me hizo ver la Gloria.
Perdóname por
lo ocurrido,
es que te
amo y no te olvido.
Sinceramente
no fue mi intención serte infiel,
es que me
arropó aquella tentadora piel.
¡No sé! ¿Qué
puedo hacer?
Para el néctar
de tus labios,
volver a beber.
Quiero
junto a ti descubrir una estrella,
que seas mi
dulce y bella doncella.
Que estés consiente
que estoy arrepentido
por el
error cometido.
Ya no
quiero pelear,
quiero la
oportunidad para hablar,
expresarlo
lo que siento,
concédeme un
momento.
Necesito
estar contigo,
quiero tu
amor,
no deseo
ser mas tu enemigo.
Te quiero
amar,
pero te
puedo obligar.
Solo me quería
expresar;
aquí tienes
mi sentimiento,
espero que
tengas entendimiento.
Sinceramente
estoy lleno de remordimiento,
por lo
ocurrido.
Solo me
resta aceptar
que tú
tienes la razón,
¡me equivoqué!
No sé por
qué
siempre serás
dueña de mi corazón,
ha sido todo,
solo me
resta pedirte perdón.
Autor: José Israel Negrón Cruz
Escrito el 27 de abril del 1998
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