Llevo mucho tiempo analizando este tema. La razón
por la cual la gente actúa como actúa y obvio la personalidad perfecta. Cuando niño
pensaba que siendo agresivo lograría ganarme el respeto de los demás. El más
bravo es el que prevalece, pensaba yo. Al llegar a la adolescencia, a los trece
años, ya no era tan importante ser guapetón, ahora lo importante era tener una
imagen de “mamito” de chico atractivo, guapo; un “tumba nenas”. En todas las
esquinas habían cueras, el problemas era con las chicas buenas, que se me hacia
muy difícil conquistarlas con aquel tumba’o de mujeriego. Es curioso que muchas
personas no me recuerdan por mi nombre, sino por soy el exnovio de esta o
aquella chica. Como si yo no tuviera identidad. Aunque considero que las
relaciones amorosas llaman mucho la atención, al menos en esta edad. También el
sexo, existe una presión grupal por quien ha tenido más experiencias sexuales,
al menos entre los varones.
Entre los estereotipos que he logrado
identificar, está uno que le llamo el Malote Artificial. Consiste en actuar como si estuvieras metido
en algo ilegal, ligado al bajo mundo. Para esto recurres al lenguaje corporal,
viras la boca de lado cuando te hablan, simulas que el bulto escolar te pesa
porque cargas una nueve milímetros y lo que tienes en realidad es una cuchilla
mohosa. Tu mirada debe ser siempre hostil, de pocos amigos, recuerda que debes
aparentar ser un gánster. Si lo haces bien encontrarás el respaldo de unos
cuantos muchachos que te hagan coro, que te respalden en tu faenas. En mi caso
en particular, si quisiera tener un arma de fuego, la tuviera hace tiempo, son fáciles
de adquirir acá en el Barrio. Pero siendo honesto, no conozco a nadie que valga
la pena que le pegue un disparo. Así que me ahorro el dinero de la pistola y el
riesgo legal que conlleva el portal un arma ilegal.
En segundo lugar tenemos el Vanaglorioso, es
este tipo de persona que siempre se esta exaltando a ella misma, su muletilla
predilecta es YO. Te hablan de sus logros, de las cosas buenas que hacen, su temática
siempre gira en torno a ellos mismo. Me parece que estas personas se sienten
inferiores a los demás y recurren a exaltarse a ellos mismos para aliviar sus
complejos.
En tercer lugar tenemos al Dolido, aquel que
siempre es el más sufrido, buscando que le tomen pena. Siempre son los más que
han sufrido en la vida. Esta personalidad es adoptada por personas violadas,
maltratadas, las cuales han sufrido mucho y por uno que otro charlatán que
quiere llamar la atención y falta de mayores talentos, recurre a la pena para
ser atendido. Sacando el charlatán que recurre a esta conducta por poca
vergüenza, el resto me da mucho pesar. Ya
que aunque me es molestoso que siempre se estén quejando, entiendo que están sufriendo
en realidad por las ataduras que cargan del pasado o situaciones difíciles del
presente.
En cuarto lugar tenemos el “Mamas boy” o el
chico de mami. Es el muchacho que nunca ha hecho nada de nada en su vida,
porque ha caído en una zona de comodidad dentro de las querencias de sus
padres. Pero, pese a esto, siempre se esta inventando vivencias para ser aceptado
por el resto de sus pares en la escuela. No es que yo pretenda haber vivido más
que todo el mundo, pero tampoco recurro a la mentira para la aceptación grupal.
El quinto es el Solitario, aquel joven que no
habla casi, las razones pueden variar, desde problemas en el hogar, hasta
cierta empatía con la propia soledad, una comodidad extraña con el silencio.
Adopta una conducta antisocial y suele tener un carácter meditabundo. De este
estereotipo tengo un poco; prefiero estar solo que en mala compañía. Esto no
quiere decir que no me encante estar rodeado de personas conocidas y que no esté
abierto a conocer nuevas personas, simplemente que hay un espacio de mí que
recurre a la soledad para rencontrarse.
El sexto es el Excesivamente social, es aquel
que no puede estar solo porque se deprime o se aburre. Una característica de
estos individuos es el constante contacto físico; te dan mucho la mano, se
pasan abrazándote entre otros comportamientos corporales. Normalmente se ríen
mucho y hacen lo imposible por llamar la
atención. No tengo mucho de este estereotipo, no soy de mucho saludar y mi
contacto físico con las personas es limitado, excepto con amores y familia.
En séptimo lugar tenemos al Verdugo, o el
enfermito y aquel que todo lo asocia con sexo. Siempre están hablando de sexo y
se acuestan con cualquier cosa que se les aparezca de frente. A tono le dan una
significación sexual, un beso, un abrazo, una sonrisa. Si una chica se ríe
contigo, para el Verdugo ya te está coqueteando y quiero tener sexo, está
bellaca. Todo es una incitación sexual para ellos. Los verdugos ven al sexo
opuesto como objetos de placer e incluso como trofeos. Para ellos es un logro
acostarse con esta o aquella.
En octavo lugar tenemos al Vicioso, es aquella
persona que sufre un trastorno compulsivo de la conducta y siempre están pensando
en su vicio. Y en esta categoría no me refiero únicamente al usuario de heroína
que se inyecta por vena, sino que cubre desde el usuario de ron hasta cualquier
otro tipo de conducta compulsiva. Estos siempre están pensado en el vicio, si
trabajan, hay que darse una cerveza para celebrar, tienen que fumarse un
cigarrillo para supuestamente bajar el estrés, un pase de cocaína para
despertar y una xanax para sentirse relajados, son algunas de las excusas que
usan para legitimar su comportamiento adictivo. Lo viciosos, siempre quieren
estar en la nota, “necesitan” la nota, viven en la nota. No voy con eso,
prefiero estar “clean”, con todos los sentidos en su sitio.
En noveno lugar está el bueno, que en su mayoría
y dentro de nuestra sociedad, son jóvenes que han crecido dentro del
cristianismo y aunque abusen de ellos a todo le dan un pensamiento positivo.
Siempre están pensando en ayudar a los demás de manera incondicional.
En decimo lugar tenemos al Odioso, es este
tipo de persona que piensa que todo el mundo es malo y que le quieren hacer daño
o aprovecharse de él. Están solos en este mundo luchando contra todos los demás.
También se sienten recelosos si los demás se superan, son envidiosos. En el
fondo me causan tristeza, creo que para llegar a ese extremo se tiene que haber
sufrido mucho en el pasado.
Si continuo definiendo estereotipos colectivos
de personalidades, jamás acabaré. Y mi idea no es que usted se aburra, sino que
pueda aprender o reflexionar sobre algo que ya usted sabia y quizás había
olvidado. ¿Cuál es la personalidad perfecta? Bueno, la respuesta es sencilla, sé
tu mismo. Di lo que piensas, defiende tus ideas sin importar a quien se las
expongas, vive tu filosofía de vida. Porque la única manera de ser alguien en
este mundo es siendo tu mismo, de lo contrario solo eres una mala imitación de
otra persona. Cuando realices tus acciones, enfócate en que tu quedes
satisfecho de lo realizado y olvídate de los demás. Quien único decide lo que
está bien o está mal en tu vida, eres tú, así que obta por tomar el poder que
te pertenece, pues no hay hombre que le pertenezca a otro hombre, la voluntad
de Dios es que seamos seres libres de pensamiento, palabra, obra y espíritu.
Amén
Autor: José Israel
Negrón Cruz
Escrito el 26 de septiembre
de 1999
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