Quisiera algún
día
comprender
el enigma de lo nuestro,
descifrar
mis sentimientos.
Si lo que
hicimos estuvo bien o mal,
si fue por
aprender, o simplemente por jugar.
Ven… ven acércate
un poco,
esta vez
solo quiero mirarte,
estudiarte
sin tocarte,
mirar tus
ojos,
llegar a la profundidad de tu alma,
escuchar tus palabras,
para sentir
tu odio, para sentir tu calma.
Quizás el
deseo y la ocasión,
dominan
sobre la moral y la razón.
Un día es
poco tiempo para sentir amor,
un segundo
es suficiente para desear tu calor,
tus
atributos de mujer,
que se
graban en mi piel,
en el libro
de mi vida.
Pero, si no
hay amor,
¿Por qué te extraño?
Es que
acaso mi piel se enamoró de la tuya,
mis odios
de tu voz,
mis labios
de tu boca,
y todo esto
sin consultar la razón,
sin pedirme
permiso al corazón.
¡Wait! Espera,
espera un
momento,
que todavía
no sé tu nombre completo.
Todavía no
sé quien eres,
de donde
saliste,
de donde
vienes.
¡No te vayas!
¡No te
vayas todavía!
Quiero
pasar junto a ti otro día,
todavía tengo preguntas que hacer,
ya que quizás,
jamás te vuelva a ver.
Así es el
destino, raro,
y en
ocasiones cruel.
Nos junto
en un mismo camino,
para
arroparnos con una ola de emociones ,
de
agradables sensaciones.
Y al
marcharse la ola,
arrastra
con ella el enigma de lo nuestro,
nos deja
por separados
y cada uno
nos da un secreto...
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