Ser
padre de familia es una posición que exige mucha responsabilidad, paciencia y
discernimiento. En toda esta aventura de recorrer el Sur de Puerto Rico, he
tenido que establecer una especie de democracia familiar que satisfaga todos
los intereses de las parte involucradas. Se los cuento porque quizás les sea
útil a ustedes y se los explico como se lo explique a mi niña: “Sofía somos
tres seres humanos con intereses totalmente diferentes y esto es un asunto de
tiempo, tenemos que dividir el tiempo de una manera en que todos seamos
felices, yo quiero visitar las centrales azucareras, y la reserva de Maunabo,
Mildrecita quiere ir de chopin y rememorar sus tiempos pasados en Yabucoa y tu
quieres jugar en la piscina, así que dividiremos el tiempo de manera en que
todos quedemos complacidos, ¿entiendes? -Sí me dijo. Entonces establecí un orden
jerárquico de intereses, primero los del administrador familiar, segundo los de
Mildrecita y tercero los de la chispa. Así recorrimos el Sur, cual si fuera
Fray Iñigo Abbad, mirando lo que queda de las centrales azucareras, la reserva
de Maunabo y el lago Patillas. En segundo lugar recorrimos las plantaciones de Yabucoa,
todo esto de las fincas, las vacas y los sembradíos de plátano le apasionan a
Mildred, aparte del “chopin”. Entonces se paseaba como la alcaldesa del Sur y
como acá todo el mundo la saluda pues ella meneaba la mano por la ventana del
carro cual si se estuviera postulando para un puesto electivo de la cosa local
en pleno tiempo de elecciones. Y bueno, ahora pues estamos en la piscina,
Coquito jugando con los niños y yo leyendo y reflexionando acerca de aquellos
lugares y periodo histórico que tanto le apasiona a algunos de mis compañeros
de Historia de Puerto Rico del Centro de Estudios Avanzados, espero la orejita
de administración familiar les sea de utilidad...
Autor: José Israel Negrón Cruz
Escrito en el 2014
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