Ayer, mientras preparaba el acta y elevaba la bandera de la República del 1868, me vino a la mente todo los cambios internos por los he pasado en años recientes y es que he sido un puertorriqueñista de “clavo pasao”. Pero a estas alturas de mi vida, con todas las amistades que he desarrollado en Centro y Sur América, he comenzado a ver a los puertorriqueños y a Puerto Rico como un barrio de Hispania, de Nuestra América de habla española. Y de pronto… me detuve y pensé en Colombia, en México, en Panamá, Ecuador, Argentina y Chile, Paraguay, Honduras y Perú… me detuve. Miré un rato la bandera de Lares y me di cuenta que ya no era solamente un muchacho de este barrio-nación, llamado Puerto Rico, era un hombre latino producto de unos procesos similares y con características muy idénticas a la de los demás pueblos de Nuestra América, que se levanta con un impulso enorme, en este siglo veintiuno. Feliz fin de semana a todos, que Dios me los guarde siempre…
José Israel Negrón Cruz
19 de septiembre del 2015
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