Los maestros son, después de los padres y familiares
cercanos, las figuras sociales más importantes en la formación de un individuo.
Estos realizan aportaciones invaluables. ¿Cuánto vale el saber leer, sumar y
desempeñarse de manera eficaz en la vida cotidiana? ¿Alguna vez lo has pensado?
Cómo sería tu vida si nunca hubieras recibido la instrucción de los docentes.
Ciertamente no olvidamos ni perdemos gran parte de las
destrezas aprendidas en salón de clases, pero sí nos olvidamos de aquellos que
nos armaron con las herramientas necesarias para enfrentar el mundo. La
remuneración económica que reciben la mayoría de los maestros es quizás la
muestra más tangible del olvido selectivo que la sociedad tiene por esta clase
profesional. Los salarios que devengan los educadores en la mayoría de los
países de América no están acorde con su preparación académica ni con el valor
social de su función y los llevan a tener vidas económicamente precarias.
La desvalorización del maestro en un País es la
desvalorización de la patria, de la sociedad en que se convive, es la
desvalorización de tu familia y finalmente de ti mismo. Los maestros necesitan
una mejor remuneración que sin duda redundará en un mejor servicio a la
sociedad, ya que estos no tendrán que buscar un segundo empleo para sobrevivir,
sus energías irán enfocadas al aula y no a las cuentas por pagar, el plato de
comida de sus hijos, ni las múltiples necesidades económicas que enfrentan como
consecuencia de un salario injusto.
¡Por una remuneración digna para nuestros maestros!
José Israel Negrón Cruz
23 de enero del 2017
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