COLECCIÓN LITERARIA

Breve análisis de "El esclavo que se convirtió en amo" de Luis J. Oliver


          "El esclavo que se convirtió en amo" tiene como contexto histórico; el periodo de la esclavitud a mitad del siglo XIX en Puerto Rico. Este espacio histórico-geográfico se delimita al inicio:

En el año 1847 era gobernador de Puerto Rico el Mariscal don Juan Prim, conde de Reus. Fue Prim un gobernador despótico, a quien el célebre estadista español don Nicolas Pi y Margall lo definía como la inconsecuencia andando” ya que predicaba una cosa y hacia otra… Lo más abominable durante su gobernación fue la promulgación del célebre Bando Negro, el cual imponía severas penalidades a la raza negra. p.20

La voz narrativa extradiegética y omnisciente establece por medio de la adjetivación un contexto ideológico antiesclavista, que posibilita la relación amorosa entre personas blancas y negras. También ataca las diferencias socio-económicas y los paradigmas que se le adjudicaban a las diversas clases sociales:

Todo esto pasaba en Puerto Rico en aquella época, y también en San German, donde vivía la raza negra bajo un constante tormento y desasosiego.
Sin embargo en aquellos tiempos ocurrió en nuestra ciudad, un suceso, de la vida real que dejó una huella de nobleza, dignidad humana, puertorriqueñismo y, sobre todo, de amor. Un suceso que venció las barreras raciales, económicas y sociales que entonces imperaban. p. 20

El texto carece de matices, es dualista, por un lado el gobierno racista, insensible, torpe, deshumanizado, representado en el personaje de Juan Prim Pratts, y del otro, las victimas del gobierno, que son nobles en el sentido conductual, dignos, excelsos ejemplos de lo que es el puertorriqueño, representado en los personajes de medulares de Doña Apolonia y el esclavo Juan.

Al acércanos al relato de forma cronológica vemos como los sucesos y la construcción de los personajes actúan como un refuerzo ideológico de lo planteado por la voz narrativa. El suceso consecuente es la boda arreglada de la joven hermosa Apolonia con un viejo rico, Agustín Sánchez. Este muere poco después casarse con ella lo que provoca que esta herede “La Hacienda la Coqueta” con su ingenio de azúcar, sus esclavos y todos sus bienes. El narrador es meticuloso al establecer el linaje de Juan y sus cualidades excepcionales como ser humano, comenzado con la descripción de su padre para luego llegar a él:
           
Pedro de quien se decía que había sido jefe de tribu en África; y que había sido prisionero por otro jefe rival suyo durante una guerra de tribus y vendido a unos portugueses… Pedro que, además de inteligente, por ser jefe era más instruido que otros, aprendió rápidamente a leer y escribir el español y a llevar la contabilidad de la Hacienda… De su hijo Juan se decía que era más sagaz, más inteligente y mejor parecido que su progenitor. p.21

            Tras morir Agustín Sánchez, queda Doña Apolonia a cargo de la Hacienda, esta la deja a cargo de Juan. Esto pudiera sugerir la existencia de un vínculo estrecho entre ambos, antes que ocurriera la muerte de Agustín Sánchez. El que Juan estuviera a cargo de la finca, tuvo como consecuencia un gran progreso en la Hacienda.

            El tercer suceso consecuente, es el amor que surge entre Juan y Apolonia, que culmina convirtindose en una escandalosa relación entre un blanco y un negro. El alcalde, representante del estado, y el Vicario, representante de la Iglesia, deciden intervenir en aquella relación, junto con otros vecinos que armaron un escándalo que llego hasta oidos del Gobernador. No en pese a esto, Juan y Apolonia lograron casarse por la imposición del criterio del Obispo sobre el del Gobernador. Quien muy comedido estableció que Dios había hecho a todos los cristianos iguales. Lo que nos deja ver, la línea ideológica del autor. Y es que, Juan era descendiente de un líder africano-cristiano, hablaba y leía el español, además de ser diestro en los negocios de los hombres blancos. Esto nos sugiere que era un negro asimilado. Cuando Apolonia liberta a Juan, le da el apellido de Sánchez que era el dueño anterior de la finca. Lo pudiera implicar que un negro puede llegar a ocupar el lugar de un blanco dentro de este discurso de igualdad.

            El hecho que Juan pasara a ser dueño de la finca tuvo como consecuencia la libertad de todos los esclavos que trabajaban en ella. Esto implica un acto de solidaridad. Todos se quedaron empleados en la Hacienda la Coqueta y mejoraron sus salarios. Ambos tuvieron una gran decencia que supo honrar a sus padres.

            El relato termina con el dato histórico de que el 22 de marzo de 1873 se decretó en las cortes españolas la libertad de 34,000 esclavos que aun habían en Puerto Rico. 

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