La orden de reabrir los portones de la
Universidad en o antes del jueves de esta semana es un
error. Los estudiantes tendrán una respuesta violenta y viceversa. Lo absurdo es que independientemente se abran esta semana los portones a costa de la sangre de manifestantes y policías, el
profesorado se ha declarado en huelga. Aunque remuevan los estudiantes, no habrá clases. ¿Vale la pena
exponer la vida de policías y civiles nuevamente? A los policías el gobierno los envía sin
el casco protector adecuado y con los brazos descubiertos y los manifestantes reciben palizas desproporcionadas de forma recurrente en estos forcejeos.
El gobierno está auspiciando una
batalla campal innecesaria. Después que remuevan
a las personas, se lastimen estudiantes y policías, los manifestantes se reubicarán y pudieran seleccionar un lugar más conflictivo que la UPR. No queremos que la sangre de puertorriqueños contra puertorriqueños se siga derramando. La policía ni los manifestantes deben enfrentarse por el saqueo que ha habido en las últimas décadas por los que gobernaron.
Obligar a la policía a enfrentarse a estudiantes para tener una universidad abierta sin profesores es como poner a operar un hospital sin médicos. ¡No tiene lógica! Este no es el momento adecuado para enarbolar
los ánimos del País. Se quiere gobernar con la fuerza y no con la razón. Ahora que empiecen los macanazos y que se derrame
nuevamente la sangre en Río Piedras. Total no será la sangre de los políticos y jueces la que correrá allí, sino la de nuestros policías y
estudiantes, puertorriqueños todos, enfrentados unos con otros
por mandato del Estado.
José Israel Negrón Cruz
7 de mayo del 2017
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