En esta
noche sin luna alguna, 
con la compañía
de coquíes y estrellas. 
Me
encuentro pensando en ella; 
la
deslumbrante doncella. 
Que me
enloquece con su caminar, 
su mirada
su sonrisa y hasta su forma de hablar. 
Pero lo que
me enamora es su forma de ser, 
tiene algo
especial que hace enloquecer.
No le pido
mucho a la vida tan solo un momento, 
de tenerla
yo a solas, y así expresarle lo que siento. 
Pero la
vida de traiciona, 
de vez en
cuando, 
pues no te
brinda el momento 
y el tiempo
sigue pasando.
Paso la noche
mirando hacia arriba, 
con la de
que tal vez para mí, sea prohibida. 
Todo me
hace pensar en ella; 
el día, el
mar, la noche y sus estrellas. 
Como todo, 
el destino también
hace sus travesuras, 
y quizás a
tus manos el lleve estas escrituras. 
Solo te pido
que cuando las leas, 
estés consiente
y creas que mis palabras son sinceras. 
Con esto la
despedida de mis sentimientos sin color, 
pues son
puros: 
“cuídate donde
quiera que estés mi amor”.
José Israel
Negrón Cruz
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