Según los últimos números dados a
conocer por Marta Elsa Fernández Pabellón, directora de la ADESF, más de la mitad de los puertorriqueños
reciben los beneficios de sustento alimenticio, conocidos popularmente como
cupones. Actualmente existe más de un millón y medio de tarjetas activas. Se
asigna una tarjeta por familia y se divide el beneficio dentro de la misma
según los participantes. Esto quiere decir que una madre con 5 hijos, tiene una
sola tarjeta con seis miembros. La población actual de puertorriqueños ronda
los tres millones y medio de habitantes. Lo cual no hace difícil la matemática
y lo que esto significa es que la mayoría del pueblo puertorriqueño vive en la
miseria, ya que para cualificar para esta asistencia económica, una de las
condiciones principales es la pobreza. Lo preocupante de todo esto es que nadie
aboga por los miles de niños cuya única comida es posiblemente la que reciben
en los comedores escolares. El País, en palabras del presidente Obama se acerca
a una crisis humanitaria sin precedentes en los próximos años. Mientras la
clase política del País se prepara para desparramar miles de millones de
dólares en anuncios, fotos y bocinas ruidosas; algún niño detrás de la ventana
donde el edonismo del político no llega, pero sí su alboroto electorero que por
cierto violenta la ley de ruidos innecesarios y los derechos de los puertorriqueños
a tener paz en sus hogares, estará pasando hambre. Deberíamos dejar de gastar
tanto en imágenes, propagandas, para una clase política, sin poder político
real y trabajar en el problema de la hambruna en nuestro País que pronto dejará
de ser un secreto a voces…
José Israel Negrón
Cruz
28 de
diciembre del 2015
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