Soy de aquí;
de la tribu
que mata para vivir.
Donde a
diario,
ocurren
sucesos sanguinarios.
Pueden
faltar mil
y
aparentamos estar completos
pero a
pesar de todo,
nos amamos
en secretos.
Soy de aquí;
donde el
sol siempre resplandece,
donde se le
brinda tributo
a quien
menos lo merece.
Es aquí donde
el cacique
no quiere
ni conoce a su gente,
donde se
usa un disfraz
y se le da
importancia,
no a lo que
es, sino a lo aparente.
Nací en la
tribu donde no existe un balance social,
donde el
ron y la marihuana, forman parte de un
ritual.
Donde el
rico se enriquece
y el pobre
se empobrece.
Soy de aquí,
de los que
no le temen a nadie,
solo se
temen a ellos mismos,
donde reina
el egoísmo,
donde todos
piensan diferente,
pero un
deseo a la misma vez,
todos
quieren visitar la Roma al revés.
Aprendemos
de cantazos
y no
jugamos por jugar,
vivimos en
plastas de cemento
olvidados
de lo natural.
El agua nos
llega por tubería,
por cable
la electricidad.
Cambiamos
un bosque por una urbanización,
y lo
resumimos todo en el término: sobrepoblación.
Pero a
pesar de todo me siento orgulloso de mi Tierra,
de mi
tribu, de sus triunfos y hasta de sus guerras.
En todo
caso los considero mis hermanos,
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