Si pensaras
en mí, la mitad del tiempo que pienso en ti, ya estarías aquí, Abrirías tus
manos pequeñas y nos iríamos, pero ya es
tarde. Te escondes detrás de su cuerpo, mientras poco a poco me haces el alma
pedazos. Al principio éramos tú y yo, una sola carne. Pero me traicionaste,
como animal de instinto que corre a refugiarse en una cama grande. Cada día me
siento más solo, pero a la misma vez estoy más acompañado. Cada vez me
fragmento mas en ti, ella, aquella y la otra. Cada dia veo como el rostro de la
madre de mis futuros hijos va perdiendo su imagen. Como si mis lagrimas poco a
poco borraran tu cara. Entonces la casa con balcón, donde se ve el sol saliendo
por las tardes y aquellos niños con tu rostro y el mio desaparecen.
Autor: José Israel Negrón Cruz
Escrito en el 2001
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