Desde la Antropología; que es la
ciencia que estudia al ser humano desde múltiples espacios y tiempos. Podemos
entender que los puertorriqueños en la actualidad, constituyen un grupo étnico
con particulares específicas que nos caracterizan. Este ensayo pretende
explorar esas características o particularidades que nos identifican como
nación. Para lograr este este ejercicio de manera precisa me remitiré a los
UNIVERSALES CULTURALES EN LOS GRUPOS HUMANOS de George Peter Murdock (1945) y
lo usaré como guía para explicar nuestros rasgos más notables como etnia.
Los puertorriqueños somos el resultado de la combinación de tres grande
grupos; los españoles, los africanos y los taínos, mediante la interacción de
ellos se forma el constructo de lo que denominamos
la Cultura Puertorriqueña.
Debemos considerar que existen cuatro
grandes ramas que regulan las sociedades y culturas en general, en primera
instancia se encuentra la Religión que en nuestro caso, como puertorriqueños,
pertenece a una variante del judaísmo, conocida como el cristianismo, con
diferente matices y denominaciones, pero somos un pueblo mayoritariamente
cristiano. En segundo lugar encontramos la economía que es una capitalista
liberal dentro de una situación colonial que provoca cierta contracción en
nuestros procesos internos y nuestras relaciones económicas con los demás
países. Tercero; tenemos el aspecto político, Puerto Rico es una propiedad de
los Estados Unidos de Norteamérica con una administración local que simula un
gobierno republicano. Cuarto lugar; lo
son las relaciones de parentesco, ej: padre, madre, hijo y como nos
relacionamos entre nosotros mismo como familia. Estas relaciones son una replica, con escasas
variantes, de las relaciones de
parentesco del pueblo español.
Nuestro cristianismo posee distintas modalidades de adivinación, ya sea mediante las profecías de los dirigentes religiosos
u otras formas no tradicionales. También se ven representaciones del
sincretismo de lo católico español con las deidades africanas, donde surgen
otras vertientes en donde se practica la adivinación. Los adornos corporales utilizados
por los puertorriqueños son los aretes, que cuelgan tradicionalmente en las
orejas, aunque los pueden llevar en otra partes del cuerpo como la nariz y los
labios. El uso de diversos collares y el tatuaje corporal, tanto en el género
masculino como femenino forman parte de los adornos boricuas. Las mujeres se pintan la cara con colorete y maquillaje.
El arte decorativo local se caracteriza por la pintura pintura
tradicional, es notable la serigrafía, los grabados y el dibujo. Recientemente
se ha integrado el graffiti como parte del arte decorativo en cascos urbanos de
la zona metropolitana, llenando de inmesos dibujos las zonas de Santurce, Rio
Piedras y San Juan.
Nuestros bailes tradicionales
lo son, la bomba que es de ascendencia africana, al igual que la plena, la
danza que es de origen español aristocrático a esto debemos sumarle los nuevos
movimientos como la salsa y el reggaetón que forman parte de ese espectro local
de bailes que conforman la cultura puertorriqueña.
Los puertorriqueños utilizan el calendario
romano-cristiano, miden el tiempo mediante la llegada de Cristo. Nuestro tiempo
es antes de Cristo y después de Cristo. Esta manera de medir el
tiempo, viene como resultado del proceso de colonización española que trajo
consigo, esta forma de calendario en nuestra cultura.
Los puertorriqueños controlan el
clima de diversas maneras, por medio del diversas indumentarias tropicales,
como camisetas y abrigos, el uso paraguas es recurrente para evitar mojarse
durante los periodos de lluvia. Realizan modificaciones en los hogares y
edificios públicos, donde colocan acondicionador
de aire para tener temperaturas más amenas durante periodos de calor.
Los puertorriqueños un nutrido grupo de deportes entre los que se destacan: el juego de la pelota, el
baloncesto y el boxeo, son los más representativos, recientemente ha tomado
auge el soccer entre los más jóvenes.
La diferenciación de estatus
se ve marcada mediante el poder adquisitivo económico. Las personas con mayor
capacidad adquisitiva suelen ocupar lugares de privilegio en la sociedad. Otra
manera en la que los puertorriqueños realizan gradaciones de status es mediante
las posiciones que ocupan en las áreas de trabajo. En un supermercado por
ejemplo, tienes el dueño, el gerente, el supervisor y el cajero y el empleado
de mantenimiento. Por lo regular mientras mas cerca te encuentres de las
posiciones de liderazgo mayor es tu status. Esta gradación se repite en el
resto de los quehaceres de los puertorriqueños. Otra proceso de jerarquización
dentro de la sociedad puertorriqueña lo representan los lideres religiosos y
sus grados o niveles que ocupan dentro de la Iglesia. Por ejemplo: el Monseñor,
Arzobispo, Sacerdote, Monaguillo, Monja, entre otros.
El incesto forma parte de
nuestro tabúes sexuales tradicionales. La sociedad puertorriqueña no tolera el
incesto, ni habla de él aunque es sabido que se ha practicado de siempre
. Nuestra percepción de familia es
amplia, esta incluye madre, padre, hijos, abuelos, tíos, sobrinos y hasta
amigos cercanos en buena cantidad de familias puertorriqueñas. Mezclamos la medicina tradicional que son los
mejunjes de nuestros abuelos, aquellas recetas cuasi mágicas con la medicina
moderna. L
Las supersticiones forman parte del imaginario puertorriqueño y se
entrelazan con las tradiciones religiosas, el día de la noche de San Juan
Bautista los puertorriqueños se tiran de espalda al aguas para limpiarse de los
malos deseos, si los perros aúllan de noche piensan que alguien morirá pronto,
si aparece un grillo verde, es símbolo de que vendrá suerte y esperanza al
hogar, no se debe mencionar a Satanás o entes malignos porque esto los atrae y
tocamos madera para que las cosas sucedan. Estas son algunas de las
supersticiones más representativas que practican y en las que creen los
puertorriqueños.
Nuestras fiestas tradicionales se componen de tradiciones de origen
religioso-católicas, como las fiestas patronales y las diversas celebraciones
dedicadas a los santos de la Iglesia como fiesta seculares dedicas un
sinnúmeros de actividades rurales y urbanas, tales como el festival de las
flores, del mango, del guineo, de la leche. Otras festividades recientes
apuntan hacia el área de las humanidades como lo son el festival de la palabra
y Festivales de cine y teatro, que componen parte de nuestro amplio espectro de
celebraciones típicas contemporáneas y tradicionales.
Los puertorriqueños son mayoritariamente monógamos y se casan de manera
tradicional por medio de las diversas iglesias cristianas. Los puertorriqueños
utilizan el saludos corporal, ya sea
estrechando la mano, o por medio de abrazos, besos y otros gestos físicos que
constituyen el protocolo formar e informal de nuestros saludos. Nuestro
lenguaje corporal es marcado y reforzamos las palabras con gesticulaciones
físicas. Nuestra higiene se
caracteriza por un baño matutino y otro nocturno por regularidad, a esto le
podemos sumar el aseo dental y el lavado de pelo en mas de una ocasión por
semana, sobretodo en el sexo masculino. Somos una etnia hospitalaria, sobretodo en las zonas rurales donde con facilidad
puede tener una extensa conversación con cualquier desconocido sin miramientos
ni sospechas. Los puertorriqueños asocian la felicidad a lo siguiente: relaciones de parejas efectivas,
relaciones familiares amenas, riqueza material y aspectos de índole religiosa
(agradar a Dios). Los puertorriqueños suelen interpretar los sueños en la
mayoría de las ocasiones como premoniciones del futuro ya sea mediante una
codificación específica o pura intuición. Nuestro proceso tradicional de luto
constituye un rito de paso en el cual se guarda cierta “penosidad”, durante un
periodo de tiempo que puede ir entre una semana o años dependiendo de la
cercanía con fallecido y la fortaleza espiritual-emocional del que pena. Los
lutos de las viudas suelen ser tradicionalmente extensos. Los puertorriqueños
son poco modestos, suelen ser alabanciosos y de gran ego personal. Tienen derecho a la propiedad privada, aunque
comparten una gran cantidad de espacios comunes en donde se interactúa de
manera amena, ya sean parques, playas y otros espacios recreativos. Dentro de
la cultura puertorriqueña el regalo y
el acto de regalar es un elemento muy significativo, que parece ser
indispensable dentro de las relaciones humanas. Los puertorriqueños regalan de
manera irracional en muchas ocasiones, sin sacar cuenta de gastos o la
necesidad y pertinencia del regalo que se otorga. Nuestras restricciones sexuales son laxas en comparación con otras culturas
conservadoras, tan pronto las féminas entran en edad reproductiva, en muchas
ocasiones se activan sexualmente con adolecentes de su misma edad u hombres
mayores sin esto ser visto con demasiado asombro. Los jóvenes masculinos son
incitados a pasar el proceso de intimación sexual a temprana edad. Y aunque la Iglesia
y el Estado imponen claras restricciones en muchos casos estas no mas que meros
convencionalismos cosméticos que pierden en nuestro quehacer diario. Ejemplo de
esto podría ser los múltiples casos de infidelidad conyugal. Nuestro rito de pubertad, lo es el
quinceañero, ese momento en que las jovencitas pasan a ser señoritas, de manera
oficial ante la sociedad. Nuestras sanciones penales pueden rayan en el absurdo
en muchos de los casos, condenas de 300 años de cárcel, y penas de hasta seis
años por el uso de drogas de manera recreativa, son algunos ejemplos tangibles
de lo burdo de estas condenas, que a su vez no representan un disuasivo real
para el puertorriqueño. Nuestro ritual de enterramiento esta precedido por un
velorio que constituye el proceso tradicional de despedida entre los vivos y
los muertos. El entierro se lleva a cabo en cementerios comunes y no en los
hogares como ocurre en otros lugares como lo es el estado de Vermont. Tenemos
un gran numero de tabúes alimentarios, no comemos, perros, caballos, gatos, hormigas,
cucarachas, ratas, serpientes entre otros tantos ejemplos. Nuestra alimentación
está basada en el cerdo, el pollo, el arroz, la cabra, verduras y vegetales.
Nuestros tiempos esenciales lo son la navidad, la semana santa entre otros.
Uno de los rasgos representativos más
importantes de nuestra cultura lo es el idioma, somos hispanohablantes. Dentro
del idioma tenemos una serie de convencionalismo que compartimos con otros
países hispanohablantes. Los puertorriqueños poseen una fuerte tradición oral
que se transmite de generación en generación, ya sea por medio de familiares,
profesores y otros sectores del saber humano que interactúan dentro de este
campo. Tenemos una basta tradición literaria que comienza en el siglo XVIII y
se preserva mediante el sistema educativo y social.
Estas son algunas de las características mas significativas de la etnia
puertorriqueña, que a su vez puede entenderse dentro del contexto de una
cultura caribeña que donde cierto grupos de etnias compartimos muchos rasgos
alimenticios y comportamientos sociales y tradiciones en común.
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