Algunas personas son tan orgullosas que piensan ser infalibles. La realidad es que el ser humano siempre tiene un lado flaco por el cual puede ser atacado. En esta vida nadie es invencible ni eterno. El orgullo pese a lo que muchos opinan que es una fortaleza, en realidad es un rasgo que denota debilidad. Las personas extremadamente orgullosas lo son por carencias de carácter o complejos psicológicos que los llevan a adoptar esta aptitud arrogante. Por lo regular los hombres sanamente exitosos se caracterizan por su humildad...
Con esta reflexión quisiera que repensemos nuestras actitudes con los demás y antes de criticarlos, hagamos un ejercicio de introspección y recordemos que todos tenemos debilidades y somos vulnerables en algún momento.
José Israel Negrón Cruz
10 de enero del 2015
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