Reguetoneros incitan al odio y violencia hacia la mujer; análisis literario de una canción grotesca.



            La violencia tiene diferente matices y dimensiones en esta ocasión por tratarse de una canción, se mantiene en el nivel verbal, pero no por esto, deja de ser una agresión contra la mujer. Como no pretendo agotar el tema, simplemente deponer una situación que me indigna, escogí una de las miles de canciones dentro del género reguetón que tiene como único fin reducir a la mujer a un objeto sexual. Advierto lo grostesco que puede resultar la letra de la canción Ella y yo interpretada por Farruko, Tempo, Bryant Myers entre otros autoproclamados cantantes de este género. 

         Reducir el genero femenino a un juguete sexual, donde el hombre usa y abusa del sexo opuesto. En su jerga como yales como una pertenencia que se obtiene por medio de la violencia. La canción comienza con una voz masculina solicitando la localización de una mujer. Le advierte que el novio de esta no se entere o lo asesina. Esto representa una amenaza de muerte, abierta, explicita, a la pareja de esta mujer que será sometida a las perversiones sexuales de estos depredadores. El coro dice: “Tú eres solo mía y él lo tiene que entender que solo chingas conmigo y aquí el cabrón es él” La mujer es una pertenencia para fines únicamente sexuales: ¡eres solo mía! La degeneración continúa: “dile que lo estoy llamando, que lo estoy buscando” con el fin consumar el asesinato el asesinato de la pareja de esta, para quedarse con la conyugue de este hombre casado. 

           El depravado le pide que baile como “las putas del infierno” lo que le añade una dimensión diabólica, demoníaca al contenido de esta canción. Luego aparece la voz de otro hostigador sexual: “siempre estoy "online" esperando que un culo me escriba”. ¡La mujer es un culo! Y si dijéramos que tiene algún conocimiento de la retórica poética y sus recursos pudiéramos que es un ejercicio de sinecdoque bastante peyorativo.  La voz incita a la mujer al uso de drogas: “enrola que tengo una moña más verde que linterna verde” incitando a la víctima al uso de marihuana. Le ordena que le ponga el profiláctico con la boca y generaliza al decir que las mujeres practican el sexo oral por tragos de licor. Luego aparece la voz del reguetonero conocido como Tempo, aunque este esté muy alejado de hacer honor a su mote de artista. Este argumenta  que lo bueno de estar con mujeres casadas es que se les viene adentro. Lo que denota una irresponsabilidad con la posible criatura que nazca de ese acto. Ya que evidentemente el solo quiero tener un objeto que le brinde placer, sin asumir las responsabilidades del acto sexual por ende de su prole. Estas expresiones no son tan solo desagradables sino que representa un modelo irresponsable para los adolescentes que siguen sus canciones y que dentro de su ignorancia, suelen practicar lo que en ellas se escucha.

          La difamación no queda fuera de la boca de este rapero y menciona nombres de féminas del ambiente musical con las que alega lo vinculan y hace un gesto fantoche al decir que sostuvo relaciones sexuales con cinco Miss Universe. Es muy explicito al describir lo que supone hace con ellas: “me le vengo en la boca, se pasa mi leche y me mira con cara de bellaca” Continúan amenazas y reclama su objeto sexual, la mujer: “no me importa si está mordió, ese culo es mío” Pero la barbarie no se detiene aquí, le ordena: “mama el bicho (pene) mujer que en el cuello tengo quince mil” Aludiendo posiblemente a una cadena de oro o prenda que utilizan estos individuos para llamar la atención. Este rapero, dentro de su locura, cree que la cadena le da derecho a ordenar que le practique el sexo oral. 

         La violencia sube de nivel y llega al punto físico cuando expresa: "fumando puré tu me mamás el bicho y te exploto la boca a la vez. Lo que implica una agresión física hacia la mujer; romperle la boca posiblemente con un puño o con el revolver que siempre alega tener. 

            Como puertorriqueño, latino, siento vergüenza ajena de que compatriotas hagan estas expresiones tan retrogradas a la altura de la segunda década del siglo veintiuno.  Que rebajen a la mujer a un objeto sexual dentro de sus canciones y promuevan la violencia y la muerte de manera irracional. Me parece un acto de barbarie que todos debemos repudiar.

            Aunque no lo recomiendo, pueden acceder al enlace de la canción en la cual me fundamento para corroborar mis interpretaciones.

Ella y yo (enlace)

José Israel Negrón Cruz
26 de febrero del 2016


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