Carta de un padre a su hijo antes de nacer.


30 de mayo del 2016
Desde El Caribe, América

Esperado hijo,

La gente le pregunta a tu mamá todos los días por internet si ya llegaste. El Dr. José Flores Cabán, había pronosticado que nacerías el 25 de mayo del 2016. Sus pronósticos fallaron y todavía sigues ahí, frente a mí, en la barriga de mami. Es una barriga grande, parece que se trago un globo de cumpleaños que aun no revienta, pero no se lo digas. Flores quería que te llamaras José; igual que tu padre, pero yo te puse Urayoán. No sé si te guste el nombre, pero te lo puedes cambiar cuando seas grande. Las personas han criticado mucho, tu nombre araucano, pero me agradó desde hace mucho, porque me recuerda los orígenes de América. Aunque te confieso, que en el fondo no me gusta nombrar a las personas, y quisiera que las personas se nombraran así mismas, por el momento no tengo opción. Acá entre nosotros, yo siempre quise llamarme Miguel Ángel. Eres la primera persona a la que se lo confieso y creo que esta es la primera comunicación seria que tenemos de padre a hijo ¡eh!. Lo digo bajito, porque la familia se molesta. Los hispanoamericanos somos muy apasionados, sensibles y a veces metidos. Nos gusta vivir la vida nuestra, la del hermano y si podemos la del vecino y la del que vive más abajo. ¡De esa cultura vienes! Pero a la vez te digo que somos gente buena, sencilla y amable que nos gusta reír hasta en los velorios y celebrar lo "incelebrable".

Tu gestación ha sido un milagro; tu madre quería ser madre desde que la conozco. Creo que te ama más que a ella misma. La gente le decía que no podía tener bebés y eso la tuvo inquieta por muchos años, pero llegaste tú y en el fondo de su corazón; creo que se siente realizada. Para las mujeres latinas, ser madre; es algo mágico y sagrado. Te ha comprado tantas cosas que yo a veces ni lo creo. Miro tu cuarto, tu percha y tiene más camisetas y pantalones que la mía. ¡Eres el único en la casa con acondicionador de aire! Así que espero te portes bien con mamita y la cuides hasta que puedas. A mí, a mí solo dame lo que sientas y que merezca, con el tiempo te darás cuenta que soy un hombre austero y sencillo. Me conformo con una sonrisa, un te quiero, un paseo por el bosque, la playa y buenos momentos de silencio. ¡Me conformo con que me seas sincero!

Tienes una hermana, se llama Sofía, es de buen corazón y le gustan los animales. Te cuidará, estoy seguro. Te amará, no sabes cuanto. Será tu guía en algunas ocasiones cuando yo falte y te servirá de luz en los momentos de oscuridad que sientas miedo y no puedas acercarte a tus padres. Fui el primero darle la bienvenida al mundo, igual que espero hacerlo contigo Ya he hecho todos los preparativos y espero recibirte en mis brazos, en la sala de partos.

En cuanto a tu padre, es lector y escritor. También gana algo de dinero intentando inculcar el amor a los jóvenes por la literatura. Gana poco, pero hace lo que le gusta y apasiona. Siempre supo lo que quería en la vida. En cuanto a ti; sé lo que ames ser. No permitas que el afán por el dinero, el poder y la debilidades de los mortales, te desvíen de tu camino. Estoy seguro que cada uno de nosotros ha nacido con un propósito y sabrás con el pasar de los años cual es tu propósito en la vida, pero solo tú decidirás si correr tras de él o rendirte en el camino. Como primer consejo paterno te doy; que no vivas pensando en las gratificaciones momentáneas del presente, vive el presente, pensando que es una segunda oportunidad que te dio el futuro y que harías con ese momento si volvieras a él y estoy seguro obrarás en lo correcto. No esperes que pase el tiempo para arrepentirte de lo que pudo haber sido y no fue. No tengas miedo a reír y llorar, a vivir y sentir. 

Sin más preámbulo, te hago saber, que el Caribe, América y yo: te esperamos...

¡Te amo!

José Israel Negrón Cruz
Escrito un 30 de mayo del 2016 frente a la barriga de tu madre. 


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