Me gusta mirarte,
porque mis ojos se llenan de ti,
de tus ojos brillantes,
de tu risa exótica,
de aura impresionante.
Me gusta besarte,
porque mis labios se llenan de ti,
de tus suspiros perdidos,
del zumbido que provoca tu boca
cuando estas conmigo.
Me gusta abrazar,
porque mi
cuerpo se llena de ti,
de tu piel temblorosa,
espalda cosquillosa,
aroma natural
y muchas otras cosas.
Me gusta cuando estas aquí,
y ni te miro ni te toco,
pero estas aquí,
junto a mi…
Mi alma se
llena de ti,
de tu ser purificador,
de enigma seductor,
de tu vida; que
es mi vida,
que es mi amor.
Me gusta cuando no estás cerca,
pero sigo en ti,
porque mi alma se quedó junto a la tuya,
respirando el mismo aire,
exhalando la misma paz;
esa paz que permanece,
cuando en cuerpo no estás.
22 de septiembre del 2015
Autor: José
Israel Negrón Cruz
Editado el 21
de abril del 2015
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