Visita el Yunque; mi “spot” favorito. (Artículo)

Todos tenemos espacios en los cuales nos sentimos a gusto, ya sea en nuestras casas, restaurantes, espacios de estudio o trabajo. Hoy los invito a darse una vueltecita conmigo por el Yunque. En él se encuentra una variedad de vegetación y animales en peligro de extinción como la cotorra puertorriqueña, que coexisten de forma natural con el resto del ecosistema en este pequeño paraíso en el Norte de Puerto Rico.  Un paraíso habitado mayormente por turistas norteamericanos que vienen en excursiones programadas por las empresas hoteleras en la mayoría de los casos.
Así que se podría decir un poco en son de broma que el idioma oficial de Yunque es el inglés, siempre se cuela uno que otro nativo, pero somos los menos. Hoy caminaremos por las veredas del Yunque hasta llegar a ese lugar que tanto me apasiona y que deseo mostrarle: la cascada. Te harán falta unas buenas tenis ya que estos caminos suelen ser difícil de recorrer y no debería impresionarte la posibilidad de encontrar un árbol tumbado en medio de la vereda o un precipicio enorme. Por eso es preciso no confiarse y andar alerta por estos lares. Pero que eso no te desconcierte, es solo una advertencia de amigo.  EL camino es largo, pero recreativo, como otros bosques que pertenecen a los parques nacionales está lleno de placas informativas que te van
instruyendo acerca de lo que ves a tu alrededor y de aquellos elementos naturales que posiblemente habitan el lugar por el que caminas en el momento exacto en el que lo atraviesas.  Uno de los primeros ejemplos son los árboles campeones, que son la especie más grande de arboles que existe en Puerto Rico. Como este muchos otros ejemplos se verán a lo largo de toda la vereda. No está mal pararse debajo de uno estos ejemplares y mirar hacia el cielo. Es posible que por su altura se te pierda la mirada en el intento de captarlo por completo.
Acá vemos un ejemplo vivo de esto que les comento; un árbol campeón que sobrepasa los trecientos años de antiguedad. Es mucho tiempo si lo comparamos con lo efímero que es la vida de un ser humano, pero poco si lo contrastamos con lo mucho que llegan a durar ciertos arboles conocidos e incluso animales como tortugas marinas que nos pueden dejar boquiabiertos con su longevidad. Así que dentro del mundo natural somos mariposas de paso, por eso importante vivir con intensidad y propósito...
 Mantener el buen ánimo, es vital para que podamos llegar a lo que será nuestro destino de hoy: la cascada del Yunque. Por más tentador que pueda parecer el salirse de las veredas construídas por el hombre y meterse al monte abierto como cuando eras un joven escucha, es sumamente peligroso adoptar este tipo de conducta. Más de un aventurero se ha estraviado en los caminos improvisados del hombre. Así siempre derecho y cuidado con los laterales de la vereda, que un rebalón pueden costarte algo más que pelada de mozo. 

Si no puedes con el ritmo que impone la naturaleza, es importante que realices paradas en la vereda. Para esto el Yunque tiene habilitados unos bohíos con techo de zinc, columnas de bloques de cementos y asientos de madera. Entre la cascada y el origen de la caminata se encuentran unos tres en el camino; aprovechalos y si puedes hidrátate. 

Te tomará más o menos media hora llegar a la cascada así que la paciencia es vital para disfrutar  de la ruta. Tampco deseamos un mareo o malestar antes de llegar al "spot" tan deseado.  

Entonces, sin pleno aviso se empieza a escuchar el ruído del río, puede haber una que otra falsa alarma pero cuando se está llegando, el sonido es inconfundible. Entonces aparece entre medio de la maleza la gente con trajes baño, señal de que estás cerca. 
De pronto ves un tumulto de gente sobre rocas y en el agua;¡bingo! Llegaste hermano. Verás un montón de norteamericanos chocando unos con otros, riendo y pasándola bien. 


Lo primer que te recomiendo es que te vayas abriendo paso por la derecha donde el agua no pasa de unos dos pies de profundidad. frío puede resultar un tanto intimidante pero no debe ser un disuasivo nunca para que disfrutes un buen chapuzón.
Después que estás en el agua, el resto es historia, es ir viendo como poco a poco te vas acercando a la cascada. Cuando llegas a ella, puedes posicionarte en una especie de asiento creado por la naturaleza y disfrutar como el agua cae sobre tu cabeza y hombros. A continuación les dejo una serie de fotos para que puedan disfrutar del lugar y si pueden se animen a darse una vueltita por mi spot favorito. 

Fotos adicionales

 




FIN

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