El escenario es el
mundo corriente,
ahí estamos,
entre la gente,
cautivos de lo que sentimos,
actuando indiferente.
Mirarnos…
es arriesgarnos
a que alguien se
percate de la situación,
ya que ambas
miradas reflejan
un deseo mutuo de pasión.
Quisiera solo por
un momento
detener el tiempo,
solos tú y yo quedar conscientes,
transportarnos a
otro lugar,
donde no haya gente,
estar a solas,
deleitarnos en
mutuo derroche,
bajo la luz de la
luna
en una inolvidable
noche.
Autor: José Israel Negrón Cruz
Redactado en el 2001
Revisado el 7 de enero del 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario