"Este fue el primer ensayo que compuse para la
Universidad de Puerto Rico, al profesor le pareció interesante y trece años después,
he decidido como parte de este proyecto de recolección de mi obra literaria,
compartirlo con ustedes."
El lenguaje está arraigado a la naturaleza del ser
humano, no es una invención del hombre, como algunos intentan atribuirle. Si
observamos a los niños, a los neonatos, notaremos que nacen con el lenguaje en
sus ojos, en su llanto, en todo lo que define su ser. Basándonos en esta
premisa podemos entender que el lenguaje es una necesidad que emana de la condición
humana y no un producto de su lógica, aunque esta medie en los procesos
posteriores del desarrollo del mismo. Por lo tanto, el lenguaje no es matemático,
ya que no se puede contener en formulas invariables que siempre nos conducirán al
mismo resultado. Uno más dos es tres y dos más uno es tres, esto forma parte de
la propiedad de la suma. Pero el perro mordió a Patricio, nunca será igual que
Patricio mordió al perro.
El
lenguaje en muchas ocasiones es arbitrario, puesto que no existe una relación directa,
en muchos casos entre el sonido y lo que este representa. El lenguaje siempre
será un ejercicio convencional, para que la acepción que se le otorga
determinado sonido necesita ser comprendida por dos o más personas, que guarden
una relación similar entre el significado y el significante.
El
lenguaje no tiene como regla medular el ser completamente lógico, por tal razón
puede tornase contradictorio en muchas ocasiones, debido a la ambigüedad que
puede guardar una palabra dentro de una oración o un sonido, dentro de un grupo
de personas que tengan diversas formaciones étnico-culturales e incluso entre
los mismos que si lo comparten. Ejemplo podría ser; “Ayer me rompí la cabeza
estudiando para un examen” Para un niño esto podría representar una fatalidad,
mientras que para un adulto que maneja el lenguaje poético, simplemente
representará el que la persona repensó mucho la tarea a ejecutar: el examen. Por
este y muchos ejemplos más podemos decir que el lenguaje no es lógico, al menos
no en todo el sentido de la palabra lógica.
Autor: José Israel Negrón Cruz
Escrito en octubre del 2002
Editado el 30 de marzo del 2015.
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