Ser padre de familia es una posición que exige mucha responsabilidad, paciencia y discernimiento. En toda esta aventura de recorrer el Sur de Puerto Rico, he tenido que establecer una especie de democracia familiar que satisfaga todos los intereses de las parte involucradas. Se los cuento porque quizás les sea útil a ustedes y se los explico como se lo explique a mi niña: “Sofía somos tres seres humanos con intereses totalmente diferentes y esto es un asunto de tiempo, tenemos que dividir el tiempo de una manera en que todos seamos felices, yo quiero visitar las centrales azucareras, y la reserva de Maunabo, Mildrecita quiere ir de chopin y rememorar sus tiempos pasados en Yabucoa y tu quieres jugar en la piscina, así que dividiremos el tiempo de manera en que todos quedemos complacidos, ¿entiendes? -Sí me dijo. Entonces establecí un orden jerárquico de intereses, primero los del administrador familiar, segundo los de Mildrecita y tercero los de la chispa. Así recorrimos el Sur, cual si fuera Fray Iñigo Abbad, mirando lo que queda de las centrales azucareras, la reserva de Maunabo y el lago Patillas. En segundo lugar recorrimos las plantaciones de Yabucoa, todo esto de las fincas, las vacas y los sembradíos de plátano le apasionan a Mildred, aparte del chopin. Entonces se paseaba como la alcaldesa del Sur y como acá todo el mundo la saluda pues ella meneaba la mano por la ventana del carro cual si se estuviera postulando para un puesto electivo de la cosa local en pleno tiempo de elecciones. Y bueno, ahora pues estamos en la piscina, Coquito jugando con los niños y yo leyendo y reflexionando acerca de aquellos lugares y periodo histórico que tanto le apasiona a algunos de mis compañeros de Historia de Puerto Rico del Centro de Estudios Avanzados, espero la orejita de administración familiar les sea de utilidad. A mí me ha funcionado y estamos todos muy felices. Bonita noche hermanos y que Dios me los bendiga.
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