Séneca hoy: hacer o no hacer en la vida.




"El tiempo que tenemos no es corto; pero perdiendo mucho de él, hacemos que lo sea, y la vida es suficientemente larga para ejecutar en ellas cosas grandes, si la empleáramos bien. Pero al que se le pasa en ocio y deleites, y no la ocupa en loables ejercicios, cuando le llega el último trance, conocemos que se le fue, sin que él haya entendido que caminaba".

La Brevedad de la Vida
Séneca


Saludos a todos mis lectores, en especial hoy, a los de la Unión Europea. El tema que nos convoca es la pertinencia que tienen las enseñanzas del filósofo romano Séneca en nuestros días. Como bien sugiere el epígrafe me fundamento en aquellas impartidas en La Brevedad de la Vida. ¿Cómo atemperamos la sabiduría del maestro a nuestro presente? ¡Ese es el sendero!

Si Séneca viviera hoy, se toparía con un mundo totalmente diferente, pero en la esencia de lo que es el ser humano, igual. La sociedad contemporánea, igual que en los tiempos de la decadencia del Imperio Romano ha perdido los valores y la moral que debe regirnos como especie intelectual. Los vicios se han apoderado de nuestra cotidianidad y la pérdida del sentido de lo finito de la vida hace que desperdiciemos el tiempo en licores, drogas y actividades de ocio que no conllevan ningún fin trascendental más allá del entretenimiento y el deleite en sí mismo.  

Los seres humanos debemos replantearnos si hacemos o no actividades trascendentales que puedan inmortalizarnos más allá de la inmediatez de nuestros tiempos. Es penoso ver como jóvenes pierden su vida en ejercicios fútiles, como los juegos de vídeo que crean una burbuja en un espacio virtual que no tiene otro fin más allá que la recreación. Lo mismo con los excesos en la bebida y los placeres carnales que nos satisfacen por unos momentos pero nos quitan tiempo valioso de nuestra existencia. 

Si Séneca estuviera vivo hoy, volvería a exhortarnos a que aprovecháramos el tiempo, que no perdiéramos la vida en actividades fútiles que nos llevan a una existencia sin propósito. A lo jóvenes los invito a que se eduquen lo más que puedan y utilicen la tecnología que tienen en sus manos para trabajar en favor de sus metas existenciales, porque si algo tenemos todos en la vida: debe ser un propósito. De lo contrario andaremos dando tumbos de lado a lado, pisando sin dejar huella, moviendo una roca para enfrente y otra para atrás. Y terminaremos sin la construcción de algo en concreto.

La vida no es corta, la hacemos corta con la perdida del tiempo y cuando nos percatemos que hemos andado en círculos sin llegar a ninguna parte. Ya será tarde. Por eso la importancia de la meditación y auto-conocimiento; saber quienes somos, para qué servimos y qué deseamos construir. Luego todo se convierte en una decisión personal; hacemos o no hacemos en la vida. ¿Esa es la pregunta?

Nota: Hago constar que en cierta medida he parafraseado a William  Shakespear de manera consciente e intencional, primero porque es un modelo de una vida eficaz y segundo porque viene al contexto de la discusión.

José Israel Negrón Cruz
4 de junio del 2016

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