EL CELULAR NO ES UN JUGUETE.


Cada vez que un menor de edad juega al periodista y graba y sube a su antojo a una red social destinada para adultos lo que se le venga en gana; ya sea una palabrota que se le zafó al maestro o la pelea de niñas en la la hora de recreo. Hay un padre irresponsable que puso en sus manos; una de las más peligrosas herramientas del siglo XXI: el celular.

El celular no es un juguete para niños y adolescentes. La mayoría de los celulares que manejan los menores no contienen ningún tipo de filtro o restricción que les impida crear perfiles falsos para lograr acceso a las redes sociales donde de manera preocupante y recurrente suben vídeos de todo lo que se les antoja, incluyendo en muchos casos fotos sugestivas de ellos mismos a las que tienen acceso sus pares e individuos totalmente desconocidos que pueden contactar y ver las intimidades del menor.

Cada vez que un menor sube un vídeo a una red social con un perfil falso de un maestro alterado y la prensa reproduce el vídeo del menor; los está incitando y premiando por lograr sacar al maestro de sus casillas. Nuestra falsa indignación social no debe vertirse en contra del maestro víctima de una confabulación de jóvenes, sino contra los padres que ponen en manos de sus hijos estás herramientas tecnológicas sin control alguno y la prensa local que explota a estos menores hambrientos de un minuto de fama.



José Israel Negrón Cruz

4 de marzo del 2017

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