El último Don de Mario Puzo / Comentario y resumen de José Israel Negrón Cruz


            Mi interés por los relatos sobre la mafia comenzó después de ver la película El Padrino en 1994. A partir de esa experiencia supe que la lectura de Puzo se había vuelto compulsoria  como Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano o la Madame Bobary de Gustave Flaubert. Y es que la motivación de la vida siempre es un libro pendiente; eso que deseamos completar y dejamos para luego. A muy corta edad, esas historias cinematográficas de la mafia siciliana me cautivaron. A diferencia de otros niños, yo no quería ser Superman, Batman o el Chapulín Colorado. Yo fantaseaba con la posibilidad de convertirme en un “don” de la mafia cuando llegara a adulto. Pero había una limitación de por medio, y es que no era italiano y menos siciliano (uno de los requisitos básicos para ser mafioso), así que tenía que conformarme con la versión criolla, “great value” que me ofrecía Puerto Rico: el llamado bicho… te. Esta aspiración se vio plasmada en mi primer cuento, “El nuevo mundo de Jinc” de 1995, que trataba sobre un niño que se hacía “bicho… te” y descubría un nuevo planeta en donde fundó una sociedad más equitativa.

Los noventa fueron los tiempos de Roselló padre y su pandilla, y ante tanto pillaje gubernamental yo estaba convencido de que la redención social no podría salir de un gobierno corrupto, sino del bandidaje y el “malandreo” de la calle. Un nuevo orden social se levantaría de la mano del bajo mundo puertorriqueño. En sexto y séptimo grado de escuela,  recuerdo que me iba a pie en las mañanas para el Colegio La Providencia y tenía que pasar por Villa Crack; un campamento improvisado de adictos a droga que se encontraba al final de la calle. Allí, en el Monacillo oscuro de mi niñez, vi carros quemados, jeringuillas, muertos boca arriba, muertos bocabajo, muertos de lado y muertos en posiciones no clasificadas. Las bolsitas de droga eran la orden del día y por todos lados habían “caplets”; que eran como los tubos de las muestras de los perfumes, solo que estaban hechos de plástico y en vez de emitir un olor aromático, emitían una pestilencia de goma quemada cuando la consumían. Pero todo aquello no era suficiente para que yo viera el daño causado por los señores de la droga en Vista Hermosa y Monacillo. Y me empecinaba en defender ese mundo y echarle la culpa de todos nuestros males a la corrupción política que se vivía en el País.

 Aquel mundo de principio de los noventa tenía una sazón adicional dentro de toda aquella mestura de droga y corrupción, y era la recién nacida corriente de música “underground” en donde se hacía apología constante de la vida en el bajo mundo. Y adivinen qué… el nene de colegio estaba montado en esa película y se sentía “a fuego”, bien calle. Lo que me hace pertinente contar lo que ocurrió hace un año cuando me envenené con ron caña y paré en el Hospital Metropolitano de la carretera 21 en San Juan. Recuerdo que estaba todo deshidratado en una camilla, semimuerto y se acercó un médico que me reconoció.  Se acercó con su bata blanca, ¿tú estudiaste en Provi? Fue increíble, qué memoria prodigiosa tenía aquel doctor del cual yo no tenía idea de quién era. Me reconoció porque yo era el traficante de “cassettes underground” de la escuela y él fue uno de mis asiduos clientes. İQué cosas tiene la vida! Yo era un promotor de la cultura del lumpen puertorriqueño en un colegio clasemediero. Ese José que fui, rebelde y callejero, pero al mismo tiempo amante de la literatura desde aquellos tiernos doce años, veía en la obra de Mario Puzo un alineamiento de planetas en donde se introducía la vida y los quehaceres de la mafia italoestadounidense dentro del mundo literario. Así fue como entendí que tenía que leer a Puzo: el padre del relato mafioso moderno (eso me lo inventé yo). Le debía esa lectura al niño que fui.

Hace mes y medio, de una gaveta de ropa que utilizo para guardar libros extraje la novela de Puzo. Mire su grueso lomo y por costumbre ojee sus seiscientas y pico de páginas.  Era una novela extensa como el Quijote y llamativa por su color amarillo como el Mundo de Sofía. En ese momento mientras la tocaba, supe que aquella deuda que contraje conmigo mismo hace veintisiete años se consumaría.

Bueno, a los que vinieron por el resumen de la novela, pueden avisarle a sus amigos que comienza en el quinto párrafo. ¿Y de qué trata? La novela gira en torno a una familia de la mafia italoestadounidense. Don Doménico Clericuzio llega a Estados Unidos (alrededor de la segunda o tercera década del siglo XX) huyendo de la persecución del gobierno de Mussolini en Italia contra las mafias organizadas. Él se establece como el patriarca de la familia y desarrolla un imperio económico al margen de la ley estadounidense. Este, después de toda una vida en la empresa criminal, tiene la aspiración de sacar a sus descendientes del mundo ilegal, en particular, a Croccxifixio de Lena y Dante Clericuzio. Su plan es legaliza las apuestas y los juegos de azar en todo Estados Unidos por medio de sobornos a políticos que legislarían en favor de su proyecto. El Don tiene tres hijos varones: Giorgio; el hijo mayor, Petie; su segundo hijo, Vincent y el difunto Silvio. Rose Marie es la única hija del Don y es la causante de grandes problemas para la familia. Ya que, cuando era joven, a sus dieciocho años, se enamora de Jimmy Santadio; hijo mayor del jefe de la familia rival. Rose Marie y Jimmy se habían ido a vivir juntos en el motel Commack. Rose Marie, en su inocencia, deseaba subsanar la rivalidad entre ambas familias e invita a su hermano Silvio para que tenga un encuentro reconciliatorio con Jimmy. Silvio fue solo al motel y es asesinado por los hermanos de Jimmy: Fosa e Italo Santadio. No en pese a la muerte de Silvio, Rose Marie continúa sus aspiraciones de reconciliación entre ambas familias y procede a casarse con Jimmy en la mansión de los Santadio. Para este momento ya se encontraba embarazada de Jimmy. Pippi de Lena (sobrino del Don) desarrolla un plan para vengar la muerte de Silvio. Este participa en la boda y junto a un escuadrón de veinte hombres matan a Don Santadio y sus hijos. Tras la muerte de los Santadio, el camino queda despejado para la familia Clericuzio en los negocios. Rose Marie como resultado del asesinato de su esposo enloqueció y cuando tuvo a su hijo Dante le sembró semilla del odio contra Pippi de Lena. Pippi estuvo casado con Nalene y procreó dos hijos: Crossxifixio (el mayor y de la misma edad que Dante) y Claudia. Al Pippi separarse de Nalene se queda con Cross y ella con Claudia. Esto provoca un distanciamiento entre la niña y su padre durante toda la novela. Crossxifio y Dante entran a la mafia después de cometer los respectivos asesinatos que se le exigen para que se consume el proceso de iniciación. A Cross le toca asesinar al joven que mató a la hija de Walter Waven (el gobernador de Nevada y un importante activo político de la familia), mientras que Dante asesina al Big Tim, un estafador que estaba planificando arreglar los partidos de la NFL, atentando así contra la legalización de las apuestas a las que aspiraba la Familia Clericuzio.  Crossxifixio, llamado Cross la mayor de las veces en el texto, se vuelve copropietario del hotel Xanadu en Las Vegas después de la muerte de Gronevelt (dueño del hotel), para quien trabajaba como cobrador de deudas del casino. Esto lo hace muy rico, con un patrimonio que asciende a unos quinientos millones de dólares. Dante después de ser iniciado en la mafia se le permite dirigir el enclave del Bronx. Claudia entra en la industria del cine como productora y conoce a la actriz más hermosa y famosa de aquel momento: Athena Aquitane. Athena tuvo un tormentoso matrimonio con Bob Skannet (una  estrella del futbol y proveniente de una familia bancaria acaudalada de Texas). Este individuo amenazó con tirarle acido a Athena mientras ella caminaba por una alfombra roja de Hollywood. Esta acción hace que Athena desista de continuar su grabación de la película Mesaline, la cual tiene una importante inversión de unos 50 millones de dólares. Eli Marrion, dueño de los estudios LoddStone, decide asignarle seguridad privada a Athena, por lo que le encarga a Andrew Polland (dueño de Pacific Ocean Security en la empresa de seguridad más prestigiosa de la costa Oeste) vigilarla. A Bob Skannet le ponen una orden de protección y el detective Jim Losey entra a vigilarlo. Tanto Polland como Losey se encuentran en la nómina de la mafia. Tras varios intentos de persuadir a Skannet para que desista su hostigamiento contra Athena, Claudia decide presentarle la situación a su hermano. Cross queda impregnado con la belleza de Athena, se enamora de ella y no encuentra otra salida al problema que asesinar a Skannet sin el consentimiento de la Familia Clericuzio. Athena le paga a Cross con un encuentro sexual que este disfruta tanto que no le permite volver a separarse de ella el resto de la novela. Así desarrolla una relación íntima en la que conoce a su hija Bethany quien estaba internada en un instituto para pacientes de autismo. Esto para protegerla Bob, quien pensaba que estaba muerta y enterrada en el desierto. Cross compra la película Mesaline por cincuenta millones y contrata a la abogada Molly Flanders para que se encargue de la transacción. Flander era la defensora de Ernest Vail, un escritor que había vendido la representación de una de sus novelas a la LoddStone y que ahora deseaba que se diera una partida económica mayor para él y su familia. Bobby Bantz, presidente de los Estudios LoddStone, se la niega y Vail amenaza con suicidarse. Tras ciertas discusiones, Bantz permite que Vail, Flanders y Claudia visiten a Eli Marrion (recordemos que es el dueño de la LoddStone)  en el hospital, logrando en el lecho de muerte un mejor acuerdo para Vails. Acuerdo que Bantz, después de la muerte de Marrion decide no seguir. Vails procede a suidarse en el consultorio médico de un amigo dentista. El Dr. Kenneth Kaldone le permite sacar copia de la llave de las oficinas y utilizar la maquina de anestesia con toda su potencia durante un fin de semana para provocarle la muerte. Bantz decide recuperar la película de Mesaline y devolverle el dinero a Cross. Lo que provoca la molestia de este y desarrolla un plan junto a David Redfellow y la familia para vengarse. Una joven de nombre Johanna seduce a Bantz y luego lo delata a la policía por acoso sexual a una menor de edad. Así la carrera de Bantz queda destruida. Dante, junto al detective Jim Losey matan a Pippi de Lena aparentando que fuera un asalto por un negro de barrio. La muerte le parece demasiado sospechosa a Cross quien averigua que el asesino fue Dante. Por lo que desarrolla el plan para vengarse de ambos. Este cuenta con la ayuda de Lia Vazzi quien estaba siendo acosado por el detective Losey debido a que participó en la muerte de Bob Skannet. Cross desarrolla una gran fiesta en el Hotel Xanadu como celebración de la culminación de la película Mesaline. A esta asisten todas las estrellas y una serie de invitados especiales entre los que se encontraba Dante. Este junto a Losey ven la oportunidad de matar a Cross y tener un encuentro sexual con Athena. Como resultado Cross logra asesinar a Dante y Lia Vazzi a Losey, logrando así vengar la muerte de su padre. Como Cross había asesinado al nieto de Don Clericuzio tendría que rendirle una explicación y atenerse a las consecuencias que podrían llegar hasta su muerte. Frente al Don este explica que Dante mató a su padre y era su deber vengarlo. El Don condena a Cross a estar fuera de la familia por siempre y le perdona la vida. Cross decide irse a vivir con Athena a Francia, quien se había mudado para allá en busca de mejores ayudas para la condición de su hija. La novela termina con el Don en su lecho de muerte reflexionando como su plan hasta cierto punto se consumó y Cross, su descendiente, tendría una vida feliz, lejos de la familia en un mundo legal.

Siempre me ha parecido importante, más allá de resumir una novela, exponer que aportó esa lectura a mi vida, que aprendí o reflexioné durante el proceso de lectura. El último don me llevó a comprender las dimensiones del poder que puede existir dentro de la belleza. En particular, dentro de la belleza de una mujer, representada en la actriz Athena Aquitane quien se vale de sus cualidades físicas para enriquecerse con grandes papeles dentro del cine y logra deshacerse de su fastidioso exmarido, seduciendo a un mafioso que lo desaparece. En la lectura, Athena consciente del poder de su belleza se maquilla y viste de una forma que la reduzca en cierto momento para evitar llamar la atención.

La novela me hizo comprender el valor de la omerta o ley del silencio para el mundo mafioso y pude imaginar o intuir que esta ha servido de influencia para lo que  a modo criollo llamamos el no chotear o cooperar con la policía dentro del mundo del narcotráfico local. Y es que la omerta es la piedra angular que sostiene la secretividad y funcionalidad de la mafia, sin esta, la mafia no hubiera sido efectiva e impune ante la ley en cierto momento histórico.

Otro tema importante lo es la corrupción policiaca, representada en el personaje de Jim Losey. Este era un detective ejemplar que se dejó corromper por el dinero y el poder que la mafia le ponía a su disposición. ¿Cuántos policías así, de esta calaña, habrá entre nosotros? Dado que el motor de la corrupción policiaca son los bajos salarios que recibe la policía.  

Otro aspecto que me hizo reflexionar, es la idea que tenía don Clericuzio sobre el poder que le otorgaba mafia sobre la vida y la muerte de otras personas. Hasta cierto punto tenía la capacidad de ordenar un asesinato y salir ileso e impune de esos actos.

La lección más importante me la dio el personaje de Don Clericuzio, quien después de construir todo un imperio dentro del mundo ilegal, su mayor aspiración era que sus descendientes abandonaran la mafia y disfrutaran de sus riquezas dentro una sociedad legal a través de los ingresos económicos que les otorgaría la industria del juego. Lo que me lleva a pensar que la aspiración todo ser humano debe ser, disfrutar de una vida tranquila y llena de riquezas, olvidado de las emociones fugaces que produce hacer lo ilegal. 

José Israel Negron Cruz

14 de agosto de 2022


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