Carta escrita para Recursos para maestros
Estimados colegas pedagogos y visitantes,
La página de Recursos para Maestros se ha vuelto un
instrumento que desprestigia al maestro, en la medida en que continuemos
colocando memes y comentarios bajunos que rayan en la burla mezquina y
desinteresada de asuntos medulares para el magisterio. No debemos permitir, que
en este, ni en ningún espacio que diga representarnos, que nos convoque, se dé
una dinámica grotesca que ponga en tela de juicio la calidad intelectual del
magisterio de Puerto Rico. Los docentes debemos ser cautelosos al momento de
esbozar comentarios que puedan repercutir en detrimento de nuestra propia
imagen, que le den herramientas argumentativas a los opositores de la sana
educación de nuestro pueblo. Las condiciones del magisterio no son buenas, ni
el carácter económico, ni la precepción social negativa que se ha venido
masificando de manera orquestada. Los maestros, debemos siempre mantener la
altura dentro del debate público y organizarnos de manera efectiva. No podemos
quejarnos sin argumentos sólidos, ni adelantar nuestras causas cada uno halando
para su lado. El magisterio necesita que sus organizaciones sindicales se
vuelvan una sola, que dejemos en esta coyuntura histórica, intereses
personalistas a un lado y nos unamos en un frente común que adelante nuestras
necesidades. Debemos abandonar la práctica de la protesta fútil y de la burla
en estos espacios como instrumento de resistencia. La burla burda solo nos esta
conduciendo al desprestigio de nuestra clase magisterial. Los exhorto a que
hagamos un ejercicio de introspección y meditemos como quedamos parados frente
al ojo público cada vez que nos comportamos como adolecentes rebeldes ante un
sistema opresor. Hace falta organización sindical, hace falta altura en los
debates y devolverle el “status” social que se merece la clase magisterial.
Pero con memes burlones y publicando tonterías en una página de Recursos para
maestros que en muchas ocasiones le hace un flaco servicio al magisterio, solo
estamos cavando nuestra tumba. Recobremos el debate de altura, la organización
y no perdamos nuestras fuerzas en ejercicios vanos que nos desgasten
emocionalmente, sin resultados tangibles.
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